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Opinión

La columna de José Félix Azurmendi (16/04/2016)

José Félix Azurmendi

Noticias de impacto esta semana: Axier Lopez, periodista, el primero al que se le aplica la ley mordaza; la dimisión de Soria; detención  del líder de Manos limpias; encarcelamiento de Conde...

No se puede decir que falten noticias de impacto esta semana…

JFA. La semanita en efecto se las trae, pero he elegido para empezar el repaso un tema que podría tenerse por menor pero que me parece muy relevante, para nuestra profesión y para la sociedad toda.

Es Axier Lopez, modesto periodista de una publicación modesta y en euskera, Argia, el primero al que se le aplica la ley mordaza y se le condena a pagar seiscientos euros de multa por haber puesto en riesgo, dicen, la seguridad de unos policías, al publicar imágenes de la detención de una joven acusada de levísimos cargos. No importa que los policías sean de muy difícil identificación, no importa que ellos mismos renunciaran por innecesarias a las rutinarias medidas de autoprotección, no importa que medios masivos de comunicación estén publicando todos los días imágenes de policías practicando arrestos y conducciones sin ser molestados: pareciera que el poder ha querido mandar un mensaje a los francotiradores, a los modestos, a los espontáneos de las redes sociales, a los que no se les puede controlar y reconducir por los métodos tradicionales. Ha dicho Axier que si pagan la multa están facilitando que se produzcan nuevas condenas y ha tomado la decisión, de acuerdo con todos los trabajadores de Argia, de no pagarla y asumir las consecuencias.

Hubo un tiempo en que esto era frecuente ante las penas por negarse a hacer el servicio militar, por dichos, escritos y sermones subversivos, por movilizaciones no autorizadas a favor de derechos laborales y sociales. Pareciera que hoy lo sensato es plegarse, pagar la multa -al fin y al cabo no es tan grande-, evitar las incomodidades que pueden derivarse de ser digno con uno mismo y pedagógico con la sociedad. Este modesto gesto de un modesto periodista de una modesta publicación puede terminar convirtiéndose en un grito que se oiga muy lejos, de hecho, parece ya que lo hubieran escuchado lejos mejor que cerca, si al vergonzoso silencio o tímida respuesta de buena parte de la profesión y sus empresas hay que hacer caso.

Tx. ¿Por qué dices que la semanita se las trae?

JFA. Porque ha tenido de todo: la dimisión de un ministro del Gobierno en funciones de Rajoy; la detención del líder de Manos Limpias, ese presunto sindicato que se querelló  contra Juan María Atutxa, Gorka Knorr y Kontxi Bilbao y se tradujo en su inhabilitación; el encarcelamiento de aquel Conde que la Universidad de Deusto presentó como uno de sus alumnos más brillantes y que una promoción nombró padrino y modelo; el despiste de un ministro que tiene tantas empresas que no recuerda sus nombres; la amnesia de políticos que tuvieron tanta actividad que no recuerdan favores otorgados; la cara defraudadora de un ex presidente de Gobierno, la recuperación informativa del espía mayor del Reyno, ese Paesa de película que, como los del Irangate y su CIA, también pasaron por Panamá…. Y en medio de los escándalos por los chanchullos y la falta de transparencia, tal como estaba previsto, el Europarlamento aprueba la nueva Directiva de Secretos Comerciales que blinda a las corporaciones, con el voto a favor de conservadores, socialdemócratas y liberales, con Ramón Jáuregui actuando de portavoz socialista. En medio de los escándalos y los chanchullos, la buena gente se pregunta si esto tiene remedio, si será posible que los corruptos vuelvan a ganar sus elecciones.

Tx. Mencionas las elecciones…

Ya las tenemos a la vuelta de la esquina, las generales, y las autonómicas vascas. Ya es público que Podemos Ahal-dugu ha pedido a Garbiñe Biurrun que sea su candidata a lehendakari, ya actúa como tal Otegi, ya se prodigan Urkullu y Mendia en inauguraciones y presentaciones varias, mientras al candidato del PP ni se le ve ni se le espera. Se les pregunta a los tertulianos por las virtudes de unos y otros, y solo queda claro en sus respuestas cuáles son sus preferencias: nadie parece saber muy bien qué Parlamento y qué Gobierno habrá en Gasteiz, pero sí lo que les gustaría, o lo que les disgustaría más. Una cuestión toma fuerza después de que Asier Arraiz llamara compañeros de viaje a los de Podemos y provoca la duda de si una declaración tan explícita y tan cargada de resonancias es la más acertada carta de presentación de unos y otros. Algo está claro en todo caso: la campaña va a ser más interesante que otras anteriores.