Opinión
La columna de José Félix Azurmendi (18/06/2016)
José Félix Azurmendi
Elecciones Generales del 26 de junio. Encuestas que anuncian un nuevo tiempo. Araba Euskaraz 2016.
Tx. Estamos a ocho días de las elecciones generales. ¿Cómo las sientes?
JFA. A falta de debates que animen el ambiente electoral –el único a cuatro acordado resultó tan desangelado y gris como el escenario y sus comparsas- proliferan las encuestas y sus exageradas proyecciones, que en el caso vasco van hasta el otoño monótono y caduco, que diría Verlaine, cuando todavía el fuego reparador de los sanjuanes no ha dado paso al lánguido verano. A los dirigentes abertzales les está resultando muy trabajoso convencer a los suyos de que es importante la presencia en el parlamento español, convencer de que allí su fuerza puede ser, si no decisiva, decisoria. Puede acertar el PNV a difundir la idea de que sus parlamentarios influirán en la configuración del gobierno español; lo tiene más difícil la izquierda independentista, que tal vez haya desaprovechado una oportunidad de hacer pedagogía entre los suyos absteniéndose ahora para situarse mejor ante la consulta que llegará en otoño. Alguien lo debió plantear, y ganó la opinión de quienes pensaron que era peligroso que sus votantes perdieran la virginidad votando en esta ocasión a Podemos –algo que muchos en todo caso lo harán- y le cogieran gusto para siguientes citas.
Son muchos los vascos por otra parte que manifiestan su convencimiento y deseo de que la izquierda española pueda superar a la entente PP-Ciudadanos, pero dan por supuesto que los dirigentes socialistas terminarán por hacer posible un gobierno de las fuerzas del sistema, con o sin Rajoy; dan por amortizado a un líder socialista que tiene en el partido a sus más claros adversarios. Ha elogiado Pablo Iglesias a Rodríguez Zapatero, en la misma lógica que Otegi elogió a Ibarretxe, y no son solo pequeñas maldades o pellizcos de monja en tiempo electoral, ni simples boutades. Algo quieren decir y predecir.
Tx. Las encuestas anuncian reiteradamente un nuevo tiempo, un panorama político diferente
JFA. Cada día parece más evidente que los partidos abertzales deberán fundamentar sus propuestas en el presente y el futuro, y no tanto en sus referencias históricas. Lo que puede ser válido para el PNV, es cuestión de supervivencia para la izquierda abertzale, que así parece haberlo entendido y ha empezado por retirar de su cartel los rostros más representativos de la que llama fase resistente, la del fracaso político militar que dirán otros, con la sola excepción de un Otegi depurado en prisión y a todas luces imprescindible para la transición.
Se abre la refundación de Sortu, explica Gara, recogiendo el mandato de Abian y la reflexión de Zutik Euskal Herria, con un proceso novedoso y participativo que dará inicio el 2 de julio y concluirá en diciembre. Lo guiarán entre congresos Arnaldo Otegi y catorce más, la mayor parte de ellos menores de cuarenta años, que deberán llevar a la práctica cambios profundos en el modelo de organización y participación, en la cultura y práctica política de la izquierda independentista. Berria ha elegido para ilustrarlo la fresca y sonriente imagen de Miren Zabaleta, Sonia Jacinto y Arkaitz Rodríguez, seis días después de ser puestos en libertad, y junto a ellos, como apadrinándolos, a unos más que sonrientes Rufi Etxeberria e Iñigo Iruin, los mismos que fueron encargados hace cinco años para hacer público el nombre y los estatutos de Sortu en el Palacio Euskalduna.
También los partidos unionistas, a los que se les auguran tiempos difíciles, tendrán que revisar su pasado y sus historias, acomodarse al nuevo tiempo, si no quieren caer entre nosotros en la irrelevancia. El nuevo tiempo y la necesidad de adaptación llega para todos.
Tx. Mañana se festeja el euskera en Araba…
JFA. El Araba euskaraz que se celebra mañana en Agurain –Salvatierra- bien merece una reflexión que tome en cuenta aquel grito adolorido de Gorka Knörr por la triste situación del euskera en la séptima hija –zazpigarren alaba- de Euskal Herria y la naturalidad con la que sus tierras y sus gentes han ido incorporando la lengua de los vascos a lo largo de estos años. No es ya extraño el euskera en ningún lugar del territorio, son las ikastolas el motor amable de su socialización, lo que no oculta que haya partidos y políticos todavía hoy para los que es este un asunto ajeno, cuando no peligroso. Hoy no se preguntaría Gorka si es Araba, oi Araba!, la séptima hija del padre. Hay hoy motivos de celebración para toda la familia como los que tendrán lugar en Agurain, Salvatierra.