Vascos en el Himalaya
Zerain, un alpinista en estado puro, conquista el Manaslu
J.B. | Radio Vitoria
Alberto Zerain hizo cumbre el pasado miércoles en el Manaslu (8.164 m) el segundo ochomil de este año y el noveno de su carrera como alpinista.
Your browser doesn’t support HTML5 audio
La primera semana del mes de Octubre ha dejado algunos nombres propios que han protagonizado de forma especial la actualidad en Araba. Por encima de todos ellos- y nunca mejor dicho- ha brillado la figura de Alberto Zerain. Dieciséis años después de convertirse en el primer alavés en subir al Everest, el Zeras conquistó el pasado miércoles el Manaslu, el noveno ocho mil de su carrera alpina.
Lo hizo fiel a su estilo, en solitario, con un titánico esfuerzo final, en un dialogo cara a cara con la montaña a lo largo de más doce intensas horas y superando infernales adversidades meteorológicas para hollar una cumbre sólo accesible para espíritus himalayistas como el de este alpinista alavés.
El Manaslu con 8.163 metros ha sido una de las ascensiones más duras de su vida, nos confesaba horas después en directo en Radio Vitoria-ya en el campamento base-. Una cierta ansiedad se había adueñado de todo el entorno porque tras la última comunicación- bajo el pináculo del tramo final- se había quedado sin batería en su dispositivo móvil y sólo quedaba de Alberto el rastro que la tecnología avanzada del GPS dibujaba en la web.
Horas antes le había precedido en la cumbre su amigo y compañero, el argentino Mariano Galván, con el que había compartido parte de la expedición. Ambos afrontaron, sin embargo, en solitario la recta final, porque en la montaña, como en la vida, cada uno tiene que medir sus fuerzas y saber elegir la ventana- meteorológica en este caso- que alumbra la vía de la que se adueña caprichosamente la nieve con ventiscas imprevistas que dificultan aún más su travesía.
Quienes le conocen saben que Alberto, “el Zeras” no es amigo de los records y renuncia a la etiqueta de las marcas.
Sin embargo, al igual que hizo hace una década- en el 2006- con los Gashembrun, en este mismo año ha hecho cumbre en dos ocho miles: Dhaulagiri y Manaslu. Ya suma nueve de los catorce existentes en el planeta por encima de esa mítica altura, pero se niega a participar en carrera alguna porque en la agenda de Zerain no existe más competición que su interlocución con la montaña en estado puro.
Huye de los focos mediáticos y se aferra a cada uno de los proyectos como un fin en sí mismo. Una vez logrado el objetivo, descenso precavido, café de tertulia en el campo base y regreso a casa donde les esperan los suyos. Mientras tanto en su cabeza, dibujando el siguiente proyecto.