Opinión
La Columna de José Félix Azurmendi (06/05/2017)
Acuerdo entre PNV y PP para aprobar los presupuestos.
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Tx. Semana intensa de política vasca en Madrid
JFA. Pocas veces la crónica de Euskal Herria se confunde tanto con la crónica del Reyno de España como en esta semana que hemos vivido, llena de imágenes a propósito de supuestos y presupuestos, materia árida a la que un poco de desenfado no le ha venido mal. El ministro Montoro ha demostrado un ingenio especial al decir eso de que algunos quieren ir de copas nada más haber salido de la borrachera. Lo de Alfonso Alonso hablando del riesgo de hablar euskera con acento catalán está un poco más forzado, pero también sirve a sus fines. Es un estilo en el que el presidente Rajoy se siente especialmente cómodo, como demostró con aquello del tractor ofrecido a un Aitor, Esteban, que le pedía más trigo, y que parece haber creado escuela.
Hemos vivido esta semana la cumbre de la que algunos llaman cultura jeltzale de hacer política. El PNV ha dado su apoyo a Rajoy y lo ha hecho sabiendo, han dicho, que podía tener un coste, porque lo que se conseguía para los vascos lo merecía. Tiene el Gobierno vasco en Aspiazu un consejero con el tono justo para decir eso de que el acuerdo con el PP no perjudica a nadie, casi como si fuera bueno para todos, y creérselo. Si algo ha quedado claro en este proceso negociador es que los dirigentes del PNV saben hacer estas cosas y saben explicarlas luego. No me parece a mí que deban temer por el coste que les vaya a suponer, porque esa cultura política que se le atribuye está muy extendida en la sociedad, también en la vasca. Seguramente el argumento más sólido para justificar el apoyo a un partido al que se le descubren cada día nuevos casos de corrupción es el de que, hoy por hoy, no tiene alternativa en el Gobierno de España.
Tx. ¿Puede ser este el preludio de un nuevo clima entre partidos y Gobiernos?
JFA. Me resulta difícil de digerir que todo esto sirva para crear un mejor clima con el PP que dé paso a otros acuerdos, igualmente buenos para todos, como se ha dicho. Hablar de valores en este escenario y con esta representación suena a broma: aquí y ahora se ha hecho un negocio, cuyas bondades se irán viendo a plazos, aprovechando la extrema necesidad del partido de Gobierno español. Que sea bueno para el autogobierno, que refuerce la bilateralidad, que sea un modelo aplicable en Catalunya y todo lo demás, va a necesitar algo más que habilidad y buenas maneras.
Han bastado unas horas para comprobar qué tipo de cuestiones quedaban fuera de los acuerdos, para conocer la decepción del Gobierno Urkullu por que sea recurrida al Constitucional la ley del Parlamento vasco sobre abusos policiales. Podría pensarse que esto contradice la imagen de poner el contador a cero entre populares y jeltzales que hemos escuchado también estos días, pero también que estaba previamente acordado, como acordado estaba el aplazamiento de la cuestión penitenciaria. Para estas delicadas cuestiones habrá que esperar a la mejoría del clima, y a que Rajoy siga necesitando perentoriamente de los votos de Grupo Vasco.
Tx. Dice el PNV que hoy no existe en España alternativa al PP
JFA. Cuando el PNV dice que hoy por hoy no hay alternativa al PP debe estar tomando muy en cuenta la situación que vive el PSOE y que amenaza con acabar muy mal. La presentación de avales de cada uno de los tres candidatos ha puesto en evidencia que la movilización militante es muy alta, que Pedro Sánchez tiene muchos más apoyos de los que los bien pensantes suponían, que Patxi López los tiene muy escasos, pero que no se le pasa por la cabeza tirar la toalla. Por cierto, no debería pasar inadvertido que barones de Susana Díaz sugirieran de entrada que detrás de todos esos avales podía haber trampa, aunque luego la propia líder hiciera bromas al respecto. Ayer asistimos en Radio Euskadi a un esclarecedor debate sobre la cuestión entre Odón Elorza, defensor de Pedro Sánchez, Javier Lasarte, de Susana Díaz, y Eneko Andueza de Patxi López. Escuchándoles, se entiende por qué los partidos son tan reacios a procesos abiertos de primarias, se entiende que la reiterada apelación a la unidad entre compañeros una vez se conozca el ganador tenga tan poca credibilidad. Es imposible desligar de estos procesos electorales lo que hay detrás en puestos de trabajo en cuestión, de familias cuyo sustento depende de quien gane. Cuando se supo que Patxi López convocaba ayer una rueda de prensa de urgencia, no fueron pocos los que pensaron que iba a anunciar que se retiraba de la liza, una vez comprobados sus escasos avales, pero no, Patxi López no abandona ni acepta el ofrecimiento envenenado de Pedro Sánchez, porque quiere, dice, evitar la división suicida del PSOE y seguir representando a los militantes de la unidad. Da la impresión de que su mensaje solo ha calado en la Comunidad Autónoma Vasca o, simplemente, que es aquí donde controla el aparato y las afiliaciones. Quedan pocos días antes de la elección, el clima no va a mejorar.