CRONICA DE EUSKAL HERRIA
José Félix Azurmendi analiza lo más destacado de la actualidad
Hace un balance de los hechos políticos más relevantes de los 6 primeors meses del año; habla de los festejos de verano de los cambios en la cúpula de RTVE
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Sabatina del 30 de junio de 2018
Radio Vitoria – José Félix Azurmendi
Tx. Parece un buen día este para hacer balances
JFA. Los finales de curso son buen momento en efecto para repasar, revisar y examinar lo cursado, que en lo que a política se refiere está teniendo entre nosotros un final trepidante y lleno de sorpresas. Se puede decir sin exagerar que estamos ante un final de ciclo y un futuro incierto, pero esperanzador. Euskadi no es ajena a la convulsión que ha significado la expulsión del presidente Rajoy y al terremoto provocado en las filas de su partido, cuyas consecuencias todavía no se han dejado sentir en su totalidad.
Que haya sido un socialista que no gozaba del favor de la vieja guardia ni de los medios de comunicación tradicionales el que ha consumado el cambiazo refuerza la idea del cambio de ciclo, de fin de la generación política española que ha venido gestionando el identificado como régimen del 78. Si a esto se une que también ETA ha desaparecido, desapareciendo con ello los pretextos de los que muchas veces se valían socialistas y populares españoles para justificar medidas de excepción, parece más que razonable hablar de cambio de ciclo, de tiempo nuevo, con nuevos actores y equilibrio de fuerzas.
Entre nosotros, el PP local ya había entrado en una decadencia progresiva evidente, que ahora previsiblemente se ahondará. Es muy probable que el PSOE se beneficie de su protagonismo presente, de sus nuevos aires y rostros, y que eso tenga su traducción también en el socialismo vasco, como ya anuncian los últimos sondeos. Uno de los representantes más genuinos de la vieja guardia socialista entre nosotros, Ramón Jáuregui, ha alzado su voz y su memoria en estas circunstancias para advertirle al PNV de que debe evitar la mala compañía de la izquierda abertzale y alejarse de compartir un programa que tacha de etarra. También Savater y Elorza y otros intelectuales del régimen del 78 comparten la idea de que los abertzales todos están tratando de conseguir por otros medios los mismos objetivos que estaban presentes en ETA, lo que es a todas luces un exceso, pero que no es sino la evidencia de su incomodidad y su inadaptación al nuevo tiempo.
Tx. Tras el fin de curso llegan las vacaciones de verano y sus festejos: ¿se politizarán?
JFA. Las peñas de Pamplona ya nos han adelantado lo que es esperable al respecto. La sociedad está muy sensibilizada por decisiones judiciales que no comparte y que dejan en evidencia que la Justicia no es igual para todos. La Manada, los jóvenes de Altsasu, los presos dispersos y discriminados, los jubilados, el feminismo, están en las pancartas y van a estar más que probablemente presentes en las consignas y reclamaciones de quienes quieran hacer compatibles fiesta y reivindicación. Unos y otros, políticos y delegados del Gobierno, deberían acostumbrarse a aceptar que la desaparición de ETA no conlleva la desaparición de aspiraciones que no le eran exclusivas y que estaban presentes en la sociedad vasca entes de que ETA naciera y que le van a sobrevivir. Parece una obviedad, pero algunos se empeñan en negarlo.
Sin duda para aplacar al PP y sus extensiones mediáticas, recordaba ayer Jesús Angel Loza, como si fuera necesario, que ETA ha sido vencida y que eso permite acabar con la dispersión y otras medidas excepcionales contra sus presos, contempladas todas en la legislación vigente. Decía también que hay que ganar la convivencia, como si se tratara de una competición, que es lo más ajeno a su espíritu. Faltos de otros argumentos, sectores de la derecha española apelan a sus fantasmas de siempre, olvidando seguramente que el nuevo tiempo ha calado también en sus menguadas bases. No eran más de ochocientos mil los afiliados del PP, no era verdad su devoción militante, no son aceptables sus chantajes y ni siquiera deberían ser temibles.
Tx. El PNV no apoya la propuesta del nuevo presidente de RadioTV española
JFA. El PNV amenaza en efecto con bloquear el nombramiento de Andrés Gil pactado entre PSOE y Podemos para dirigir Radio-Televisión Española, alegando que no ha sido consultado e independientemente de su valía, lo que parece desde luego muy razonable. Al margen de otras consideraciones sobre el modelo del Ente, que era como se le llamaba antes, y cómo deberían ser los nombramientos, es esta una buena muestra de que la adaptación al nuevo tiempo y los nuevos modos no es automática. No será este el último ejemplo, pero sí uno muy oportuno.
Y con esta apelación y este recordatorio, me voy hasta otra ocasión.