Crónica de Euskal Herria
José Félix Azurmendi nos relata su crónica de Euskal Herria
José Félix Azurmendi analiza la actualidad de la semana en su crónica de Euskal Herria
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Tx. ¿Cómo has visto la semana, qué ha llamado tu atención?
JFA. Varios asuntos con un fondo común. Ayer fue el primero de los once días elegidos para el Euskaraldia, una iniciativa destinada a visibilizar el euskera en nuestra sociedad, a animar su práctica entre los que lo conocen y entre quienes han iniciado el camino para conocerlo. Que sean once los días se explica en las particulares connotaciones que la palabra hamaika, once, tiene en nuestra lengua. El domingo pasado, a iniciativa de Gure esku dago, tuvo lugar en significativos puntos de nuestra geografía la práctica del derecho democrático a decidir, con resultados que han dado lugar a la polémica a lo largo de la semana. Anteayer, el ministro español del Interior, Fernando Grande Marlaska, giró visita por Euskadi, se entrevistó con el alcalde de Gasteiz para acordar medidas tendentes a facilitar la conclusión del museo de la memoria e instruyó a los ciudadanos de la Comunidad Autónoma Vasca sobre las que son las prioridades del Gobierno central, su agenda, a fin de que no alimenten faltas expectativas y eviten así innecesarias frustraciones.
Hagamos una aportación a Euskaraldia y digamos que ese lema de Gure esku dago, está en nuestras manos, está lejos de ser cierto. Está muy bien como aspiración, pero, siguiendo el consejo de Marlaska, se puede convertir en una frustrante quimera. No siquiera se trata hoy por hoy de reclamar algo nuevo, sino de exigir que se cumpla lo prometido, aprobado, consensuado, hace varias décadas ya. Los optimistas impenitentes no tienen peligro de caer en la frustración, siempre creen contar con una ventana abierta detrás de cada portazo. Los más informados dicen que las manifestaciones del ministro del Interior no comprometen al Gobierno, en el que siguen viendo una actitud más positiva. El lehendakari ha dicho concretamente que lo de Marlaska no coincide con lo que le dijo el presidente Sánchez, preocupado y ocupado ahora en paralizar el acuerdo de la Unión Europea con Gran Bretaña, a menos que se garantice que nada se decida sobre Gibraltar sin contar con España. Enrocado está o parece, y seguramente frustrado.
Tx. ¿Algún otro asunto, de otro orden tal vez?
JFA. Los medios de comunicación de nuestro entorno, unos más que otros, han destacado esta semana la condición de getxoztarra del nuevo presidente de la CEOE y han evitado, no sé por qué, recordar que se trata de un genuino representante de las familias tradicionales de un Neguri más reconocible. Para hacer bueno el tópico, Antonio Garamendi estudió en la Universidad de Deusto y ha transitado por suficientes gerencias y consejos de administración como para que sea bien recibido por unos y con recelo por otros. El grupo de comunicación nacido y criado en ese entorno ha creído ver incluso, rizando el rizo, que el presidente del EBB ha recibido el nombramiento con tanto agrado como la desconfianza con la que lo ha visto la presidenta del BBB. En ese entorno negurítico ha tenido lugar también esta semana algo menos deseable, cuando la Guardia Civil ha entrado en las instalaciones de una elogiada empresa para revisar sus cuentas y posibles amaños del 3 por ciento catalán.
No se conocen de momento pronunciamientos en las centrales sindicales, ocupadas en sus procesos electorales, y en el caso de ELA, la más importante entre nosotros, en defender su derecho a intervenir en la política con mayúsculas. Fueron antes dirigentes del PNV e incluso el lehendakari quienes le exigieron que si quería influir en cuestiones políticas se presentara a las elecciones, ha sido ahora la plana mayor de Sortu la que, con otros argumentos, ha venido a exigirlo algo parecido, molesta por los reproches que viene recibiendo la actuación de la izquierda abertzale. El equipo de primer nivel con el que Sortu firma el artículo publicado esta semana le viene a recordar a ELA haber cumplido tras Lizarra la exigencia de retirar a la vaca (ETA) del pasillo para llegar a acuerdos estratégicos permanentes, le viene a echar en cara que ella no haya cumplido su parte. En pocas semanas, Txiki Muñoz, como antes José Elorrieta, cederá la secretaría general, atendiendo a los estatutos que les rigen. Con toda probabilidad, será una mujer la que le suceda, y con toda probabilidad, ELA seguirá siendo incómoda para los partidos políticos y para las otras centrales sindicales: tal vez sea ese su encanto para muchos ciudadanos de a pie,
Tx. ¿Y para terminar?
JFA. El escándalo provocado por el whatsapp de Cosidó, ex director de la policía en tiempos de Rajoy y jefe del grupo parlamentario del PP en el Senado, está dando mucho que hablar sobre la independencia de la Justicia, sobre el clientelismo de sus máximo representantes, sobre la escasa implantación de la figura de ese juez que es capaz de actuar en conciencia y enfrentarse a las más altas jerarquías y grupos de presión. La alta magistratura nunca sorprende aquí, se da por sentado el signo de una sentencia, dependiendo de la biografía y perfil de los miembros del tribunal. El escándalo ha servido entre otras muchas cosas para recordar que fue Juan María Bandrés, diputado de Euskadiko Ezkerra entonces, el que propuso y logró en 1985 modificar la manera como se venía eligiendo el Consejo General del Poder Judicial, ha servido para recordar a una persona que tuvo un gran protagonismo mediático, y que hoy nadie recuerda. No es único caso, es una muestra más de lo efímero de la política y sus actores.