José Félix Azurmendi nos relata su crónica de Euskal Herria

Tx. ¿Qué se puede esperar en materia política de este año que hemos estrenado?

JFA. Dicen que en las comidas familiares no se habla ya de política, pero no es como antes para que reinara la paz entre los presentes y para preservar la armonía familiar, sino porque la política ha perdido glamour, pasión, interés: el microclima vasco podrá ser saludable, pero también aburrido. El tiempo, la excepcional climatología, ha salvado muchas reuniones en estas navidades que no acaban del todo hasta después de reyes. También el deporte de masas, tan azaroso en este tiempo, tan imprevisible, habrá alimentado seguramente más de una sobremesa. Anteayer le oía al experto en Economía de Radio Euskadi una observación muy atinada y oportuna para no caer en una paralizante autocomplacencia. Decía que aquí estamos bien, mejor que otros, pero según con quién nos comparemos, y aconsejaba que se mirara más al norte que al sur a la hora de fijar objetivos y aspiraciones de bienestar social.

Empezando año es obligada una referencia a lo que es esperable de este 2019 plagado de macrojuicios y elecciones, y de elecciones influidas por los macrojuicios, empezando por el del Procés, que está previsto para finales de enero, aunque la sentencia no se conocerá hasta el verano, cuando las consultas electorales -municipales, forales, autonómicas, europeas y tal vez generales españolas-, hayan finalizado. Los soberanistas pasarán por el banquillo con toda dignidad, y sin ninguna lo harán los dirigentes socialistas andaluces de los ERE, los dirigentes corruptos del PP, los de la Púnica, Lezo, Villarejo. Al presidente español el que le preocupa es el Procés y su repercusión europea, por eso que ha programado para el mes de febrero una visita al Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, con el objetivo de convencer de que el procedimiento penal español es justo. Algo debería tener presente todo el mundo en esta ocasión: la importancia de una consulta europea en la que están en juego valores democráticos cada vez más amenazados. En ocasiones anteriores, exceptuando la primera, estas elecciones no han tenido demasiado tirón tampoco entre nosotros: en esta ocasión, las amenazas exteriores y las novedosas alianzas interiores, podrían traducirse en una participación sin precedentes.

Habrá también en breve en la Audiencia Nacional una revisión de la sentencia contra los jóvenes de Altsasu por recurso de la Fiscalía, empeñada en que se falle que aquello fue terrorismo y no lo sentenciado. Todos coinciden en que será el Supremo el que finalmente decida y solo entonces se podrá apelar a la justicia europea. Mientras tanto, los jóvenes, en prisión, por supuesto. Se conocerá en breve igualmente la sentencia del conocido como caso De Miguel, que a todas luces será recurrida. Y se conocerá algún día si los animales de la manada entran en prisión o pueden seguir en libertad, porque no constituyen amenaza para las mujeres ni para la decencia.

Tx. ¿Algo más que juicios y elecciones habrá en este año?

JFA. Naturalmente. Está el vergonzoso proceso del traslado de los restos de Franco desde ese Valle que preside un prior falangista. Está la novedad electrónica implantada en la diócesis de Bilbao a la hora de que los fieles hagan sus aportaciones. Están las ideas que el caballero de Amurrio y sus seguidores han resucitado, que dan la razón a los que pensaban que el nacionalcatolicismo español seguía ahí, a la espera de la ocasión, dan a la razón a los que sostienen que VOX es un producto autóctono que siempre estuvo ahí bajo el paraguas del Partido Popular y la jerarquía eclesiástica española.  De todo esto se seguirá hablando, también entre nosotros, más que de los chalecos amarillos, porque la agenda informativa vasca, como las loterías y la liga nacional de fútbol, va muy de la mano de la española.

No ocupará mucho espacio en la agenda española la muerte del centenario Gallastegi, el pelotari que mejor ha representado el espíritu y la grandeza de los eibarreses. Hasta el final, Miguel asistía a los partidos del histórico Astelena de su pueblo, y sonreía, no sin picardía cuando le preguntaban por los nuevos tiempos de la pelota a mano. En un tiempo en el que los intereses políticos y mediáticos insisten tanto en las particularidades provinciales, no estaría mal recordar que Eibar y su entorno rompían con la lógica de falsos y eternos rivales entre aficionados, rompía con artificiales e inexistentes fronteras territoriales. Ha sido grande Gallastegi, desde un pueblo grande que desafió la geografía y sus obstáculos.

Tx. ¿Y para terminar?

JFA. El recordatorio de la movilización anual de enero por los presos de motivación política, que este año repetirá en Bilbao y se estrenará simultáneamente en Baiona. Y dos apuntes en relación con este asunto: el protagonismo creciente de Iparralde en las cuestiones que afectan a todos los vascos, y la insultante manera como las administraciones francesa y española, más esta que la otra, vienen gestionando sus compromisos y promesas en relación con los derechos de los presos, de todos los presos.