Cronica de Araba
Siberia Gasteiz desafia las bajas temperaturas con una caliente actualidad
JB
Las bajas temperaturas con las que hemos estrenado el año nos recuerdan el acertado apelativo de Siberia-Gasteiz con el que se conoce coloquialmente a la capital alavesa
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El efecto invernadero del paréntesis navideño ha retrasado por unos días la agenda de una actualidad que se presenta intensa en el microclima político alavés de los próximos meses.
La triple cita electoral de Mayo para renovar en nuestro caso Ayuntamientos y Juntas Generales, de donde saldrá el próximo gobierno de Diputación, coincidiendo en esta ocasión con las elecciones europeas, condicionará inevitablemente la actividad a lo largo de los próximos meses.
Antes de que se abra la veda, tres noticias de distinta naturaleza nos han sacado del letargo invernal. La primera y más grave, sin ningún género de duda, el disparo de un arma de nueve milímetros, perforando la ventana de un caserío en Lezama, Amurrio.
Mertxe Azkarraga, integrante de la familia del baserri tiroteado el domingo de Reyes Magos, declaró que el proyectil pasó entre quienes estaban en la cocina y vinculó lo sucedido con la situación política actual. A los políticos de derechas les interesa que vivamos con miedo-dijo-. No nos vamos a mover de aquí- añadió Mertxe Azakarraga- de la casa de nuestros antepasados y de nuestras ideas políticas. La Ertzaintza, detuvo cuatro días después al presunto autor, un ex policía nacional retirado de 74 años y se hizo con el arma utilizada.
La condena por unanimidad de todas las fuerzas políticas del Ayuntamiento de Amurrio no ha evitado un cruce de declaraciones entre diferentes portavoces de PNV y EH-Bildu, expresando matices con un indisimulado reproche. Andoni Ortuzar, presidente del EBB, censuró que Sortu y Euskal Herria Bildu no se pronunciaran con la misma contundencia ante la también violencia intolerable- dijo- que supone dibujar dianas o pintar de rojo y amarillo los batzokis. La parlamentaria Maialen Iriarte replicó diciendo que no es lo mismo una pintada que la bala de un arma de fuego.
Rifi-rafes políticos al margen, hay una evidencia mediática y una constatación insoslayable. No todos los medios de comunicación dieron el mismo nivel de importancia al suceso en comparación con lo que hacen con otros hechos de menor relevancia.
Las supuestas motivaciones de los agentes activos o las pre-supuestas simpatías de los sujetos pasivos condicionan todavía para algunos la naturaleza de los hechos, hasta el punto de ofrecer una imagen distorsionada de la realidad. Es una evidencia mediática. La constatación es que este tipo de sucesos, sin dejar de ser graves, son cada vez más esporádicos.
El segunda incidente que nos ha despertado de la somnolencia navideña nos lo ha revelado la Ertzaintza al investigar como autor del incendio de su propio obrador de pan al que fuera el único Concejal de Ciudadanos en el Ayuntamiento de Laguardia.
José Antonio Mateo, hoy ya en el grupo mixto y socio de gobierno del Partido Popular, denunció el pasado 26 de octubre un incendio que destrozó el obrador que regentaba. La existencia de pintadas amenazantes, también denunciadas, le hizo aparecer como víctima de un ataque por su militancia política.
Las investigaciones de la Ertzaintza, sin embargo, apuntan a un auto sabotaje y la compañía de seguros a un intento de estafa. El investigado mantiene su inocencia y en su nuevo partido esperan explicaciones de quien posiblemente, si se confirman las investigaciones, haya quemado su medio de vida y convertido en cenizas su anunciada candidatura a la alcaldía del Ayuntamiento de Laguardia.
Más complicado de calificar resulta el suceso, registrado en un autobús de Vitoria, con la agria discusión del conductor con una usuaria, acompañada de su hija menor de edad, con el patinete sin desplegar en el interior del urbano, y en el que irrumpe la feroz exclamación de un tercer pasajero. De las imágenes viralizadas en redes sociales no se puede extraer más conclusión que la de un desagradable incidente, evitable y nada ejemplarizante en los gestos, pero difícil, por no decir imposible, de definir como suceso racista, independientemente del color de la piel de quienes protagonizan inicialmente la discusión.
Lo verdaderamente monstruoso es escuchar la voz de un tercer pasajero, espectador ajeno al incidente, que se define como militar y se dirige a la pasajera diciéndole que lleva veinte años matando a gente como ella. La aberrante exclamación debería llevar a su autor al encierro en una cárcel si fuera cierta su aseveración o, en caso contrario, a una estrecha vigilancia tras los muros de un siquiátrico, porque presenta síntomas de desequilibrios que amenazan la convivencia en su entorno más inmediato.
El ámbito deportivo nos ha dejado el nombre Ibai Gómez. El regreso del centrocampista santurtziarra a San Mames sólo ha resultado indigesto para un reducido antibilbainismo trasnochado. Apelar a la traición es propio de un complejo de inferioridad que no cotiza en los mercados del futbol profesional. La ausencia de Ibai Gómez, a pesar de su rentabilidad, no altera la estructura básica del equipo de Pitu Abelardo, que está describiendo una de las trayectorias más brillantes en la historia del Deportivo Alavés en Primera División.