Carnavales entre autos judiciales y la conmemoración del 3 Marzo del 76

La última semana del mes de Febrero no ha sido precisamente una semana feliz para la fiscalía. La Audiencia Provincial de Alava ha archivado dos de los casos más mediáticos impulsados por la acusación pública; los casos Hiriko y Epsilon

La sección segunda de la Audiencia ha refutado todos los argumentos de la fiscalía y donde el ministerio público de la acusación veía malversación de fondos, aprobación indebida y fraude de subvenciones, en el caso del coche eléctrico por ejemplo, los magistrados no observan indicios de criminalidad suficientes. Consideran, eso sí, que todas las responsabilidades derivadas del fracasado proyecto empresarial han quedado sustanciadas en lo Mercantil y, refiriéndose a la fiscalía apuntan que difícilmente, lo que no ha prosperado en esa a jurisdicción Mercantil puede hacerlo en lo penal.

El auto de la sección segunda de la Audiencia Provincial, firmado por Jaime Tapia, en calidad de presidente, y por los magistrados Alfonso Poncela y Raúl Aztiria, desmonta a lo largo de14 fóleos de forma contundente los argumentos de la fiscalía, diciendo que la lógica de las sospechas no cuenta con indicios suficientes para mantener las imputaciones, por lo que procede a su sobreseimiento.

La satisfacción, que el archivo de la causa ha provocado en medios de la defensa y en los acusados, no oculta un cierto malestar por haberse visto sometidos a una exposición mediática y sufrir lo que coloquialmente se conoce como la pena del telediario, sin destacarse ahora que, aunque se pueda pensar en la existencia de imprudencia empresarial o gasto alegre con pólvora del rey, según el auto, no ha habido acto defraudatorio alguno, apropiación indebida o alzamiento de bienes.

La coincidencia de dos de los magistrados que firman el auto con su presencia, también, en el Tribunal que juzga el llamado caso De Miguel ha despertado todo tipo de especulaciones. Fuentes con diferentes grados de conocimiento de estos procesos sostienen, no obstante, que son temas de naturaleza distinta y sin ningún tipo de conexión jurídica. Lo cierto hasta la fecha es que los tres supuestos casos de corrupción más mediáticos vistos en Audiencia de Vitoria, impulsados por la Fiscalía- estos dos últimos Hiriko y Epsilon y el de la supuesta red de espionaje en el PNV alavés- han sido archivados porque no había caso o indicios sólidos de criminalidad para abrir un proceso penal.

El resto de actualidad de esta semana ha estado teñido por el color verde del Araski y la celebración en Vitoria de la fase final de la Copa de Baloncesto Femenino. El protagonismo de la mujer en el deporte se está poniendo de manifiesto en estas fechas de forma muy en la capital alavesa, donde se están ultimando los preparativos para un 8 de Marzo, Día de La Mujer, con una convocatoria de huelga general que está sumando ya más adhesiones de que ya registró con un éxito sin precedentes hace un año.

Eso será la próxima semana. Mientras tanto hoy sábado y mañana domingo quedan una celebración y una conmemoración. Por lo que respecta a la conmemoración, 27 carrozas y más de siete mil personas desfilaran por las calles con motivo de los Carnavales. Precisamente dentro de unos minutos llegaran a la Estación los Pintores de Vitoria que, como dicen la canción popular, “después de pintar las Estaciones Atxuri y San Sebastián” regresar a la capital alavesa para unirse a la fiesta.

El primer fin de semana de Marzo este año se cierra con una conmemoración; la del 3 de Marzo de 1976. 43 años después, la Asociación de Víctimas de aquella masacre asume que en el camino de La Verdad, del relato real de lo sucedido, y que en el capítulo de la Reparación de las víctimas, aunque no de la misma manera que con otras, se han logrado notables avances. Sin embargo, en el ámbito de la justicia el bloqueo es absoluto. Agotadas las vías en el Estado Español ahora ponen aquellos trágicos acontecimientos en manos de la Comisión Internacional de Derechos Humanos de la ONU con la esperanza de que atienda sus demandas en el sentido de que los crímenes de lesa humanidad no prescriben y que, si en su caso pueden ser amnistiados, previamente deben ser juzgados.