Crónica de Euskal Herria
Crónica de Euskal Herria 15-2
José Félix Azurmendi analiza la actualidad de la semana en su Crónica de Euskal Herria.
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Sabatina del 15 de febrero de 2020
Radio Vitoria – José Félix Azurmendi
Tx. Zaldibar y elecciones, un cóctel ineludible esta semana…
JFA. Se puede decir sin exageración y procurando no faltar al respeto de nada y nadie que el desprendimiento del vertedero de Zaldibar, un pueblo discreto y arrinconado por una autopista que no ha dejado de proporcionar sobresaltos, se ha tragado la vida de dos trabajadores y ha contaminado y oscurecido todo cuanto informativamente estaba destinado a ser relevante esta semana en la política de la Comunidad Autónoma del País Vasco. El lehendakari, que parecía tener todo bajo control, sabedor del momento dulce que vivían sus expectativas electorales, tomó la decisión de adelantar la consulta al 5 de abril y trató de explicar en el solemne acto que convocó para anunciarlo que era lo mejor para los ciudadanos. En la comparecencia, rodeado de todo su equipo, con la única ausencia de la consejera que tenía compromisos ineludibles en Madrid, se coló ya la tragedia de Zaldibar, cuyo recordatorio por parte de uno de los dos periodistas más activos en el seguimiento de la vida institucional de Gasteiz pareció ser percibida por Urkullu como una impertinencia. Tengo para mí que en ese momento ni él ni nadie era consciente de la dimensión que alcanzaría la torpe gestión de un desgraciado accidente con demasiadas aristas para no convertirse en el gran asunto del momento y tal vez de la legislatura.
Tuve ocasión de seguir de principio a fin la comparecencia del lehendakari y su equipo, a través de una poco afortunada retrasmisión televisiva en la que solo se podía ver al protagonista y a los dos consejeros que le flanqueaban, en un enfoque fijo de una sola cámara que animaba, eso sí, a fijarse en reveladores gestos de estos, pero que no se compadecía con la solemnidad que se pretendía dar al acto. Se supo que había periodistas en la sala porque se oyeron sus preguntas, pero la cámara y el cámara seguían fijos con el plano elegido. Fueron Iñaki Iriondo, de Gara, y Josean Izarra, de El Mundo, los que una vez más estuvieron especialmente incisivos. Fue la pregunta del primero sobre Zaldibar la que acabó con la placidez con la que había sido concebida una rueda de prensa en la que apenas se oyó el euskera, en la voz de una periodista no identificada.
Tx. ¿Por qué dices que la de Zaldibar puede ser la crisis de la legislatura?
JFA. No voy a reiterar argumentos ya tratados la semana pasada sobre la escandalosa tragedia que supone la repetida muerte de trabajadores mientras desempeñan sus labores y que en lo que va de año se está haciendo presente con especial crudeza. En esta ocasión son dos y siguen desaparecidos, como si hubieran sido tragados por el mar. Se hace presente la tragedia en el momento más crítico de la legislatura, con connotaciones dramáticas y circunstancias que trascienden a la responsabilidad de la empresa que debía haber velado por las vidas de sus empleados e interpelan a diferentes estamentos de la Administración pública. No se me ocurre nada que no se haya dicho ya en estos días sobre errores de comunicación, de supervisión, de vigilancia y, si se quiere, de sensibilidad, pero no pondré en duda las buenas intenciones de nadie, ni las de los denunciantes ni las de los denunciados, aunque nadie se libre de analizar todo en el contexto de una campaña que podía haber sido plácida y que se va a convertir, se ha convertido ya, en un enfrentamiento muy particular y muy poco edificante entre un PNV en el que se ha echado a faltar la presencia de su líder, de visita en México, y un EH Bildu del que se puede decir que no le hace ascos al rol de gran opositor.
La población, y en especial la de ese triángulo de Eibar, Ermua y Zaldibar -sin olvidar a la fronteriza Elgeta, que discurre por otras vías pero bebe los mismos aires-, que algo sabe de residuos y contaminaciones, que ve con sus ojos los fuegos y huele las pestilencias; que ha sido advertida de que no debe consumir productos cercanos al vertedero ni beber de sus acuíferos hasta nuevo aviso; la población a la que se aconseja no hacer deporte al aire libre y cerrar sus ventanas por la noche, y se entera de la suspensión por precaución del partido de fútbol entre el Eibar y la Real, desconfía, recela, teme, y no parece tranquilizarle que sea uno de los suyos el consejero de gobierno mandatado para garantizar un ambiente limpio y sano. La desconfianza se ha instalado y no va a resultar fácil recuperarla. Y nadie lo va a decir, porque resultaría provocador y carroñero, pero en este panorama todos barajan el efecto que todo esto y lo que falta va a tener en las elecciones del 5 de abril.
Tx. ¿Hasta qué punto son fiables por tanto los datos de un sondeo hecho con anterioridad?
JFA. Seguramente, las tendencias que marca el sondeo electoral de EiTB Focus que se ha conocido esta semana se van a mantener, porque son las que dictan la lógica y vienen de lejos. No hay motivos para ponerlas seriamente en cuestión, pero se puede afirmar con la misma probabilidad que la manera como el Gobierno vasco reconduzca y gestione lo que resta de crisis, que puede ser larga y dura, influirá seriamente en la votación. Cuando se hicieron las preguntas la mar estaba en calma, y el viento a favor de los partidos del Gobierno, pero no es ese el clima actual. Todos coinciden en que el adelanto electoral se explicaba en las expectativas serias de que las subidas del PNV y, en menor medida del PSE-EE, facilitarían que una coalición con vocación continuista obtuviera la mayoría absoluta. Si se hicieran hoy las preguntas, ese panorama no sería tan evidente. Ha dicho el parlamentario de EH Bildu Iker Casanova que la encuesta de intención de voto hecha pública el miércoles está destinada a crear opinión más que a reflejar la realidad, dando a entender que está hecha en beneficio del Ejecutivo de Gasteiz. Puede tener razón, pero también pueden tenerla los que opinan que este tipo de resultados puede contener también efectos desmovilizadores.
Lo que viene, lo que nos espera informativa y políticamente, va a ser todo menos aburrido.