El abierto por obras de la catedral se extiende al resto de la ciudad

El abierto por obras de la catedral  Santa María cumple veinte años. El aniversario coincide con una ciudad, también abierta por obras. A las de la ampliación del tranvía al Campus Universitario, recientemente estrenada, les seguirán las obras  del trazado por Salburua. Mientras esta cirugía se hace realidad,  el colector de Amvisa  y  la futura línea del BEI - Bus Eléctrico Inteligente – mantienen  el abierto por obras,  soñando con culminar los objetivos de canalizaciones, saneamiento y movilidad con el mismo éxito que la restauración de la vieja catedral.

De  momento,  el tráfico rodado en el casco urbano es el más afectado. Luis Heinz y Plaza Lovaina, por un lado, junto a Paseo de Cervantes, Rosalía de Castro y Salvatierrabide, por otro, se suman a las limitaciones con reducción de carriles, cambios de dirección y suspensión de rotonda. Son alteraciones provisionales, pero que afectan a ejes neurálgicos en las comunicaciones urbanas.  Vitoria busca un nuevo modelo de movilidad sostenible en base a las super-manzanas, integrando en el transporte público el Tranvía y el Bei y dificultando al máximo el uso  vehículo privado. Nada será ya igual que antes. Las bicicletas  hace ya  tiempo que dejaron de ser sólo para el verano en Vitoria.

El vertedero de Gardelegi es una de las principales preocupaciones medioambientales del municipio gasteiztarra. El Ayuntamiento asume, no obstante, que está en condiciones de acoger las 23 mil toneladas de residuos que las empresas alavesas depositaban en Zaldibar hasta la tragedia de su derrumbe. La razón no era otra que el coste. Depositar una tonelada de residuos en el vertedero vizcaíno costaba 16 euros,  frente a los 38 euros que cuesta dejarlos en el vertedero situado en las faldas de los Montes de Vitoria. Nadie cuestiona la necesaria solidaridad  ante la catástrofe, aunque desde Eh-Bildu su portavoz, Miren Larrion, haya lamentado que al final sean los ciudadanos de Vitoria quienes tengan que asumir el sobre coste que va a suponer  procesar estos residuos, mientras que para el PP el Gobierno Municipal ha hecho una oferta precipitada, generando alarma.

 La crónica de la semana se cierra con un nuevo muerto en accidente laboral. Es el quinto fallecimiento en Alava en lo que llevamos de año.  El décimo quinto en el conjunto de Euskadi en dos meses. Siniestro récord. La accidentalidad laboral es un virus verdaderamente mortal para el que no encontramos vacuna ni existen mascarillas que puedan mitigar el hedor que arrojan sus trágicas cifras y, sin embargo, no parece generar tanta  alarma social como otros de menor gravedad.