Crónica de Euskal Herria 29-2

Sabatina del 29 de febrero de 2020

Radio Vitoria – José Félix Azurmendi

Tx. Zaldibar sigue presente en la preocupación colectiva, pero hay algo que inquieta más

JFA. El gran tema de las anteriores semanas, el del vertedero de Zaldibar, ha sido opacado en la que hoy concluye por una inquietud que no ha hecho sino empezar y que es ya de interés y preocupación universal: el coronavirus. De momento, la alarma por esta incipiente pandemia está siendo bien gestionada por las instituciones y los responsables de la cosa, con la complicidad responsable de los medios de comunicación, pero en este tiempo de redes sociales e incontrolables emisores de mensajes no es fácil pronosticar hasta qué punto vaya a ser suficiente una razonable gestión oficial y profesional para evitar alarmas y temores irracionales y exagerados.

Todo lo cual no ha impedido que se haya desatado entre nosotros un clima de alta tensión política, a raíz sobre todo de los ceses y las dimisiones sonoras en dos de los partidos llamados a concurrir en las cercanas elecciones de la Comunidad Autónoma del País Vasco. El presidente del Partido Popular destituyó a quien debía encabezar la campaña en este territorio, y lo sustituyó por un histórico, Carlos Iturgaiz, que pareciera llamado a liderar una vez más su partido en circunstancias difíciles, cuando las notoriedades prefieren hacerse a un lado y mantenerse en un discreto segundo plano, a la espera de tiempos más apacibles. Fue así cuando ETA los mataba como conejos, imagen y lamento que verbalizó Iturgaiz tras el atentado contra José Ignacio Iruretagoyena, que ya era entonces el cuarto concejal del PP asesinado. Aunque en un contexto menos dramático, el santurtziarra no ha dudado hoy en comerse el marrón y encabezar una empresa escasamente prometedora, en cuanto se lo ha propuesto su presidente. Verdad es que estaba descatalogado y fuera de circulación después de que errara al apostar por Soraya Sáenz de Santamaría, pero también lo es que se siente cómodo en este PP de esencias aznaristas y no tiene, como su propio partido, mucho que perder aquí y ahora.

Las redes, que no se sabe cómo funcionan pero funcionan, no han tardado en viralizar -así se ha dado en llamar al fenómeno- situaciones chuscas del candidato destinadas a ridiculizarlo, que con seguridad ninguna mella harán en su probado y osado espíritu. Más ridícula que su escasa aptitud para la música, como se recoge y se ha difundido profusamente en un video televisivo de hace décadas, me ha parecido que la docta Isabel San Sebastián dijera ahora de él, ante el tribuno Jiménez Losantos, que canta (sic) trikitixa, pero en dialecto vizcaíno eso sí, que es como les gusta a los erdeldunes de derecha extrema, que ninguna intención de aprenderlo tienen, el euskera. Se han felicitado algunos y algunas de que, por primera vez, todos los candidatos a lehendakari sean euskeldunes y vayan a poder debatir entre ellos en nuestra lengua, pero me da que ni Iturgaiz ni Mendia se prestarán a ello, y casi que me alegro, porque podría resultar a la audiencia muy difícil de soportar.

Tx. No han sido los únicos imprevistos en este tiempo de precampaña…

JFA. A Alfonso Alonso lo fulminó Pablo Casado, y a la candidata oficialista por Ahal dugu Podemos, Rosa Martínez, la fulminaron los resultados de unas primarias imaginadas para oficializar la candidatura propuesta por Lander Martínez. Han aplaudido algunos el buen hacer de este y su equipo al hacerse a un lado y dejar el campo libre a los ganadores de la consulta interna: personalmente lo veo más bien como una pataleta, un no saber perder que, desde la izquierda es especialmente inaceptable, destinado a poner más difícil todavía la coyuntura al equipo adversario y a hacer imposible la integración de equipos que Miren Gorrotxategi llevaba como propuesta. Ha manifestado esta, por cierto, nada más ser elegida, que si su formación junto con EH Bildu y PSE suman más votos y escaños, llamará a Maddalen Iriarte e Idoia Mendia para “conseguir por fin un gobierno de cambio también en Euskadi”.

Sic rebus stantibus, que decían los clásicos, estando así las cosas de la política en este territorio, y a la espera de los resultados de la nueva medición Focus para EiTB, no es aventurado suponer que el PNV engordará más con ex votantes del PP y que EH Bildu se beneficiará de los votantes desencantados del Podemos local. No es aventurado predecir, de hecho ya es un decir, que las dos opciones abertzales se van dar caña de lo lindo, y que a los apoyos de las figuras madrileñas de socialistas, populares y podemitas les queda un arduo trabajo.

Tx. Y fuera de lo electoral, ¿qué puedes reseñar?

JFA. A veces vale la pena aguantar ante presuntos debates televisivos, porque en medio del barullo se cuelan en ocasiones datos de interés, como el que José Manuel García Margallo y Marfil, que ha sido todo en la política y el gobierno de la derecha y que por lo que se le oyó tiene casa en Donostia, dijo haber escuchado a una dirigente del PP para explicar su decadencia: desde que no nos matan, no tenemos proyecto.

El que también se ha hecho sentir en este momento es el outsider Jesús Egiguren, que es de la opinión de que todavía no son posibles aquí gobiernos sustentados por Bildu y PSE o PSE y Bildu, pero que las cosas empezarán a cambiar a partir de las municipales del 23. Que ha dicho también, en una entrevista a Berria con el caserío elgoibarrés de Txillarre como escenario, que en España no habrá derecho de autodeterminación pero sí amplias autonomías, y que todos los presos deberían estar ya cerca de Euskal Herria y ver luego cómo dentro de la ley se pueden aligerar sus condenas.

Más munición para la campaña.