Crónica de Araba
Sin estado de alarma pero en estado de alerta
JB
Los aplausos de los desérticos estadios de fútbol se trasladan a las puertas de las UCI hospitalarias para celebrar la salida de los últimos ingresados por Covid.Sin estado de alarma, pero en alerta.
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Hemos tenido que esperar a la última semana de la primavera para asistir a las dos ovaciones más emotivas del año. Ambas han tenido como escenario los hospitales de Txagorritxu y Santiago y han servido para homenajear a los dos últimos ingresados por Covid, cuando abandonaban las Unidades de Cuidados Intensivos. Han sido aplausos de reconocimiento mutuo- de satisfacción recíproca- entre quienes, por una parte, han librado una titánica lucha contra el virus y quienes, por otra, han ofrecido toda la asistencia sanitaria y humana imprescindible para superar el reto.
Inevitable el entusiasmo. Con la Ucis vacías de Covid y con la tasa de contagio por debajo del índice que garantiza un cierto control de la epidemia se ha levantado el estado de alarma. Estrenamos una nueva realidad después de tres largos meses de confinamientos y restricciones, que han alterado hábitos y escala de valores. Los científicos insisten en recordar el sacrificio realizado e incluso el alto coste pagado en vidas para no cometer errores que invaliden el camino andado.
La pandemia no ha desaparecido. Está dejando su huella letal en otras partes del planeta y resurgen brotes que demuestran la sigilosa capacidad de invasión comunitaria del virus. No estamos en estado de alarma, pero debemos permanecer en un cierto estado de alerta.
El Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz hace gala de una extremada prudencia en lo que se ha venido en llamar la desescalada. Las medidas de reapertura de las piscinas de Mendizorrotza y Gamarra, con normas que establecen la cita previa, habilitan turnos, reducen aforos y regulan espacios parecen más destinadas a la disuasión que al disfrute de las instalaciones recreativas del verano. La salud es lo primero, aunque algunas situaciones no dejan de ser paradójicas como el hecho de que las terrazas de los bares estén llenas mientras los columpios infantiles permanecen precintados y las bibliotecas cerradas.
Este año no contaremos con las hogueras de San Juan para purificar ánimos e incinerar los maleficios. Entre ellos, uno que persigue a la Policía Municipal; el de la falta de empatía con los ciudadanos. Ante la existencia de una opinión pública crítica con el talante altivo e intransigente que exhiben miembros de la rejuvenecida plantilla de agentes locales, el Ayuntamiento prepara un curso de inteligencia emocional. Hay un convencimiento de que en Aguirrelanda realmente existe un amplio margen de mejora en empatía y habilidades comunicativas.
Hoy estrenamos verano. Lo hacemos en la agenda política bajo los aromas pre-electorales de cara a las elecciones del 12 de Julio y en el ámbito deportivo bajo el fragor de unos acelerados finales de liga en fútbol y baloncesto.
La pandemia ha vaciado de pasión los aforos deportivos. En este gélido ambiente Deportivo Alavés, en Mendizorroza, y Baskonia, en Valencia, parecen caminar con paso firme en sus objetivos. Albiazules y azulgranas afrontan mañana domingo compromisos que pueden ser determinantes. Radio Vitoria estará en ellos.