Marta Martín: "He sido un pájaro enjaulado"

Decía Gabriel García Márquez que el periodismo es la mejor profesión del mundo. Quizás lo sea, o no, pero es la que eligió Marta Martín para ganarse la vida. O al menos intentarlo. Porque bien es sabido que este oficio se ama con pasión desmedida pero es duro, y sobrevivir en él no es tarea fácil.

Sea como fuera, nuestra invitada ha llegado a Radio Vitoria con nervios pero también con la seguridad que da los años, la experiencia en este oficio, que sí, es un grado. Porque te da perspectiva para mirar la vida, para comprender lo que ocurre a nuestro alrededor. Y sólo esa experiencia es la que te permite ir más allá del mero titular, ser más analítica. Nuestro persona/personaje conoce el medio: y no sólo porque se ha bregado en los últimos años en la arena de las tertulias, también porque en esta casa tuvo su propio programa.

Ahora, se encomienda a un nuevo reto: apasionante, ha dicho. Dirigir un periódico, el Diario de Noticias de Álava. Yo me la imagino en mitad de la imprenta con ese clásico “paren las rotativas”, aunque igual es imaginar demasiado, porque por desgracia el papel va perdiendo cada vez más peso, a favor de lo digital. También se ha perdido eso de repartir tarjetas corporativas para alardear de cargo. Ya nada es lo que era…

Marta Martín es trabajadora, generosa, empática, comprensiva y templanza adquirida con el tiempo. Es menuda, pero como los perfumes pequeños, que guardan toda la esencia. Y sea la que sea la suya, deberá tener una buena dosis de paciencia, unas gotas de mano derecha, y sobre todo un buen olfato periodístico.

Hoy le ha tocado estar en el otro lado, pasar de entrevistar a ser entrevistada y en eso cuesta adaptarse. Esos nervios iniciales se han ido relajando conforme avanzaba la entrevista.

Llega a DNA por un mensaje y con el reto de gestionar periodismo. No hay que ser temerosos al futuro, ha dicho. Quizás por eso se hecha a la espalda este nuevo reto.

Ha pisado la calle, se ha bregado en la actualidad local pero también en la alta política. Y ahora da este salto, que dice, es fundamental haber hecho la calle.

Dice que el periodismo tiene que ser crítico, y que se está olvidando de la pedagogía. En sus inicios guarda con cariño esa primera rueda de prensa acompañada de Itziar Espina, de la que le fascinó como narraba lo que minutos antes había dicho el entonces DG Felix Ormazabal.

Como buena periodista, se ha traído unos folios blancos y un boli, compañeros inseparables de este viaje apasionante que es el periodismo. Total, para nada, porque no ha apuntada nada. Seguro que lo tiene todo retenido en la memoria, en la cabeza, esa en la que ahora intenta guardar todo lo que le trasladan sus nuevos compañeros de faena ,a  los que tiene que dirigir sabiendo como sabe qué es estar en el otro lado,.

He sido un pájaro enjaulado, ha confesado, pero ahora vuela libre. Y despliega esas alas para ir lejos, muy lejos, pero también con esas mismas alas con las que protege a Telmo y Eider.