Made Urieta: con, por y para el baloncesto

Madrugar tras una victoria, sienta bien. Y si ese día tienes entrevista, vienes con más predisposición a abrirte. Y a estar tranquila. Y eso que ha venido a hablar poco de baloncesto y más de ella misma. Made Urieta, amurrioarra, entrenadora del Araski. Apasionada del basket desde pequeña, cuando incluso hacía pira de clases para jugar. Con 15 años ya empezó a entrenar a sus primeros equipos, pequeños. Una profesión en la que ha habido muchos momentos malos,  piedras en el camino que le han hecho ser la que es ahora.  En estos últimos años, la curva se ha invertido. Son buenos años para ella, ha conseguido llevar al equipo a lo más alto.

Made Urieta es optimista, transmite pasión, sonríe, desprende felicidad, habla con humildad, aunque sabe que ha sido elegida como la mejor entrenadora de la liga femenina. Y todo esto no tiene su recompensa y puesta en valor en algo esencial: su salario, muy por debajo de sus colegas, hombres, en la liga masculina. Mucho por hacer. Mucho por lo que aún luchar. Le gusta viajar, y la pandemia ha limitado esas escapadas que le permiten pensar y desconectar.

En el repaso a algunos pecados capitales, nuestra persona personaje de esta mañana no se reconoce como soberbia, tampoco le acompaña la ira pero sí la paciencia, de la que, seguro, tiene que inyectarse buenas dosis. Lujuria, pasapalabra.

Las metas, dice, le limitan. Por eso prefiere ir poco a poco. La Made que no conocemos, hace sus pinitos en la cocina, hay que probar su tortilla de patata, con su secreto, y en el confinamiento seguro que la ha perfeccionado.  Pasa de la política, porque hablar de ella, acaba en discusión.

Y termino con una reflexión. A Made Urieta le sientan bien todas las preposiciones: Por, con, para el baloncesto.