Cara a Cara 9-5-2018
"Se tropieza en la misma piedra al pretender ser el origen de la historia"
Igor Marín y Mamen Alvarez debaten acerca de las peticiones de cárcel que han hecho tanto la Diputación como la Fiscalía en relación a los responsables del yacimiento de Iruña Veleia.
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Han transcurrido ya diez años de lo ocurrido en Iruña Veleia. Igor Marín asegura que la Justicia que es lenta no es Justicia. En su opinión una persona no puede estar así 10 años de su vida cuando todavía no se sabe si es cierto o no que hubo una falsificación, aunque todo indica que sí, añade. Para él es increible que no se hicieran los estudios con rigor.
Mamen Alvarez, por su parte, señala que hay una serie de personas que están en una larga espera. Y se plantea que esto sucede en el día a día de una persona cuando la Justicia puede decidir que son reales estos grafitos. La colaboradora opina que es un tema muy serio en el que hay informes tanto a favor como en contra. Pero ella matiza que conoce a una persona, lingüista, a la que se le pidió opinión y la valoración que hizo es que eran falsos, falsísimos.
El contertulio cree que solo los expertos pueden diagnosticarlo y que el juez tiene que escuchar a las partes. Como analista de la actualidad recuerda lo de la cueva de Zubialde, unas pinturas que habían sido hechas con estropajo, dice. Y explica que se tropieza dos veces en la misma piedra cuando se pretende ser el origen de la historia. Alvarez se interroga sobre lo que se quiere buscar: una fama, un dinero fácil... Todo, para ella, muy lamentable.
Marín echa en falta el rigor de las instituciones, de gente que, en teoría, es profesional de esto, lo que le sonroja como ciudadano. Se pone en situación al indicar que alguien haga unos dibujos en unas piedras intentando decir que son del siglo III y que no se haga el menor estudio científico antes de anunciarlo a bombo y platillo... E indica que el político de turno se salta todos los estudios rigurosos.
Para cerrar, Mamen Alvarez alude al conflicto de Montessori en Vitoria, cuestión en la que espera rigor absoluto. Ella no pone en duda el método pero sí las maneras, las formas y expone que intentar lucrarse de unas familias que confían en una metodología le parece una cosa muy seria.