ESCRITO EN EL AIRE
'KREA se ha revelado como una ensoñación sin demasiado fundamento'
El escritor Juan Ibarrondo reflexiona sobre el devenir del edificio de Kutxabank en el convento de Betoño, tras el nuevo fracaso de instalar allí una universidad internacional.
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Los tiempos de can-can y caviar, para algunos, dejaron en primer lugar agujeros negros en las cuentas de bancos y cajas que tuvimos que rellenar a escote; pero, además, dejaron importantes efectos secundarios.
Las ciudades crecieron de forma desordenada con nuevos barrios desarticulados fruto del urbanismo de burbuja (eufemismo común para llamar a la especulación inmobiliaria) y por todas partes surgieron, como champiñones, grandes mausoleos: edificios grandiosos con fines también grandiosos, tanto que resultaron irrealizables una vez se destapó la gran estafa que algunos se empeñan todavía en llamar crisis.
En Vitoria, no faltan estos mausoleos: lugares desiertos y silenciosos, con pasillos interminables y grandes salas donde puedes escuchar el sonido de tus pasos.
El edificio de Kutxabank, cerca del Buesa Arena, es un buen ejemplo, pero la palma se la lleva sin duda el inutilizado y polémico edificio KREA.
Resultan, a estas alturas, patéticos los intentos infructuosos de las distintas corporaciones municipales y de la obra social de la Caja Vital (ahora Kutxabank) para dar uso a este espacio.
El último -la mala secuela de Bienvenido Míster Marshall que nos proponían desde el consistorio- al final se revela como lo que era, una ensoñación sin demasiado fundamento.
Con él, acaba también la esperanza de que la iniciativa privada se haga cargo del mausoleo y el ayuntamiento no ponga dinero. Por el contrario, ya hemos visto con el caso de FCC como se las gastan estas grandes empresas, que se presentan como el ungüento amarillo y resultan ser Ali Baba y los cuarenta ladrones.
Por tanto, asumamos que nadie vendrá a sacarnos las castañas del fuego y contemplemos otras opciones:
En estas semanas se han presentado varias ideas que habría que tener en cuenta y que tal vez sean hasta complementarias. Un espacio para la creación alternativa (en la línea de la fábrica de armas rehabilitada ASTRA de Gernika) un modelo mixto de autogestión comunitaria y uso público, donde el ayuntamiento (o la institución correspondiente) cogestiona el espacio con las asociaciones usuarias, dándoles libertad de acción pero velando por el buen uso y la equidad de su utilización.
El otro sería el propuesto desde la asociación de vecinos de Salburua para utilizar el edificio como instituto del barrio. Algo que no habría que descartar vista la necesidad de tal equipamiento.
Pero puede haber más. Por qué no -por ejemplo- un espacio para acoger refugiadas y refugiados, una casa de la solidaridad donde pudiera haber también actividades interculturales…
En todo caso, el debate está servido, porque, finalmente, algo habrá que hacer con el mausoleo. Digo yo.