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Crónica de Araba

Las esperanzas de dar esquinazo a la pandemia se congelan

JB

Inquietantes tiempos invernales. Las temperaturas baten records con dígitos bajo cero y la progresión de los contagios congela cualquier esperanza de dar esquinazo a la pandemia a corto plazo.

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 La extrema gravedad de la que habla el lehendakari pronostica nuevas restricciones. La factura de las fiestas navideñas puede encarecer las recién estrenadas rebajas de la cuesta de enero. La lentitud con la que se desarrolla el proceso de vacunación incrementa la fatiga pandémica. El ministro sanidad y candidato catalán, Salvador Illa, anuncia velocidad de crucero en las inoculaciones y la consejera, Gotzone Sagardui, asegura que se cumplirán los plazos.

Todas las miradas están puestas en las decisiones que se adoptarán el lunes en el Labi vasco para definir el marco de nuestra movilidad durante las próximas semanas. 

Las administraciones vascas, a pesar del desplome de la recaudación, recurren a la deuda y diseñan presupuestos expansivos para hacer frente a la crisis económica que deja el coronavirus. La caída del PIB y el aumento del desempleo, atenuado por los Erte, son sus más fieles exponentes. Gobierno Vasco y Diputación Foral de Araba tienen aseguradas las mayorías necesarias y sus proyectos nacen inmunes a las enmiendas de totalidad. El alcalde de Gasteiz, Gorka Urtaran, confía en los antígenos de Elkarrekin para evitar la prórroga. Ya los obtuvo el pasado año y rechazada ahora la mutación tóxica de la exploración gasística en Armentia II, alegada como infranqueable por Podemos, queda neutralizado el negacionismo morado y despejado el horizonte presupuestario.

El virus deja su huella también en el censo poblacional. Vitoria Gasteiz cierra 2020 con 254.000 ciudadanos; 1.041 habitantes menos que el año anterior. Pero hay algunos datos significativos. El primero de ellos es el de los fallecimientos. Un total de 2.632 defunciones, son 900 más que el año anterior. Y si hacemos la comparación con las medias de las dos décadas anteriores, las muertes superan en 722 a la primera de este siglo y en 947 a la segunda. A falta de otras cifras oficiales, éstas son un buen indicador del trágico índice de mortalidad de la pandemia durante 2020. 

Mientras Araba se congela esperando sortear a Filomena, el mundo del deporte nos ha dejado esta semana dos noticias sobresalientes. El Baskonia se rehízo en 48 horas de su derrota del pasado martes en  Berlin para superar el jueves en el Buesa Arena a todo un campeón de Europa como el CSK, en el que figuran cuatro ex baskonistas; Voigtmann, James, Hilliard y Shengelia, lo que demuestra la exquisitez de la que goza tradicionalmente nuestro basket.  Los Henri, Vildoza, Giedraitis, Polonara, Fall o Sedekerskis de Ivanovic disputaron uno de los mejores partidos de los últimos tiempos para superar a los de Itoudis en el mismo escenario en el que conquistaron el título continental que hoy ostentan.

La otra noticia sobresaliente ha sido la comunicación oficial de Juanito Oiarzabal dejando la aventura de los ocho miles. Dos razones. Una una física y otra anímica en el desencadenante de la decisión: las  consecuencias de su segundo edema pulmonar en el Dhaulagiri y la desaparición de Alberto Zerain en 2017 en el Nanga Parbat. Juanito y Alberto dos alaveses universales en la historia del alpinismo mundial.

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