La maldición de un rostro demasiado bello

¿Queda alguien capaz de imaginar su día a día sin el teléfono móvil, la conexión wifi o el GPS?

Nada de lo anterior hubiera sido posible sin la impagable aportación de una de tantas mujeres excepcionales que han permanecido invisibilizadas durante años.

Hoy reivindicamos la vida y obra de Hedy Lamarr, la gran estrella del Hollywood clásico que nos brindó el germen de las conexiones inalámbricas que, con sus incontables aplicaciones prácticas, disfrutamos en la actualidad.

Calificada por los publicistas Hollywood como “la mujer más bella del mundo”, su piel de porcelana, su cabello negro y sus magnéticos ojos sirvieron de modelo para otros rostros también míticos, como el de la Blancanieves de Disney.

Pero ella fue, como hoy afortunadamente sabemos, mucho más que una cara bonita.