MATEMÁTICAS
Mujeres que hicieron historia en las matemáticas (Volumen 2)
AG
El profesor Alex Aginagalde recuerda los hitos de Ada Lovelace, Florence Nightingale, Sofia Kovalevskaya, Emmy Noether y Katherine Johnson en este segundo volumen de mujeres matemáticas.
Your browser doesn’t support HTML5 audio
Ada Lovelace nació el 10 de diciembre de 1815. Era hija del poeta Lord Byron, al cual no conoció nunca en persona. Aunque su madre intentó evitar por todos los medios que no se dedicara a la ciencia, cuando conoció a Charles Babbage y la propuesta que tenía éste de crear una máquina para realizar cálculos no desistió en su afán. Es conocida como la primera programadora de la historia.
No se conoce ningún documento suyo, a excepción de artículo publicado en 1843: Taylor’s Scientific Memoirs, pues su madre, en un arrebato de enfado, quemó todos los papeles y escritos tras su muerte. Actualmente, se le han concedido reconocimientos como dar su nombre a un lenguaje de programación, el lenguaje ADA.
En el Londres victoriano nació Florence Nightingale, muy conocida por la comunidad de enfermeros pues es a ella a quien se le debe el juramento Nightingale (el equivalente al juramento Hipocrático) o que el 12 de mayo (día de su nacimiento) sea el día internacional de la enfermería.
En 1853 Inglaterra inició la guerra de Crimea y tras reclutar a unas cuantas valientes enfermeras, Florence acudió allí para gestionar el hospital de los heridos. Su formación juvenil en matemáticas y obsesión por la recogida de datos le hizo darse cuenta que gran cantidad de las muertes en el hospital no era causada por las heridas de guerra, sino que por la precaria situación sanitaria del entorno.
Durante un año, hizo que las sábanas y material quirúrgico se hirvieran para desinfectar. En todo este tiempo recogió datos y los representó en una gráfica que actualmente es conocida como “la rosa de Nightingale”. Gracias a estas estadísticas y a los datos recogidos consiguió que el gobierno inglés invirtiera en los hospitales.
La pequeña Sofía Kovalevskaya había crecido en una casa donde las paredes de su habitación habían sido forradas con páginas de revistas y libros de matemáticas pues su familia, ante la necesidad de instalarse en Vitebsk lo antes posible, no tuvo tiempo para comprar papel de pared. Pasó gran parte de su infancia entre aquellas paredes y eso hizo que se familiarizara con términos matemáticos que no comprendía pero sí memorizaba.
Sus aportaciones matemáticas son varias pero podríamos destacar que Sofía es importante en la matemática pues tuvo dos ideas originales. Su primera idea la plasmó en un artículo titulado Sobre el problema de la rotación de un cuerpo alrededor de un punto fijo el cual le llevó a ganar el Premio Bordin de la Academia de Ciencias de París.
Su otra gran idea, trataba de la forma y estabilidad de los anillos de Saturno.
Emmy Noether era hija del matemático Max Noether. En casa se juntaban varios matemáticos para estudiar matemáticas y Emmy vio desde muy pequeña esto muy normal. Se la considera la madre del álgebra abstracta. Los anillos Noetherianos son estudiados en la carrera de matemática, y su análisis de los grupos de simetrías que aparecen en las teorías especial y general de la relatividad permitió entender y resolver el problema de la conservación de la energía en la teoría general de la relatividad de Einstein.
Y terminamos con Katherine Johnson nació el 26 de agosto de 1918 en Virginia Occidental, y ya desde muy pequeña demostró su talento para las matemáticas. Se graduó de Matemáticas y francés. Una mujer afroamericana no podía más que impartir clases en el colegio y su primer trabajo fue este, pero en la década de los cincuenta la NASA buscaba mujeres afroamericanas para tareas de cálculo en el Departamento de Guía y Navegación, Katherine se presentó al puesto de trabajo y así empezó su carrera en la Agencia Espacial. Su trabajo consistía en realizar todas las operaciones y comprobaciones de cálculo que requerían los ingenieros aeronáuticos. Pronto empezó a cuestionarse cosas y preguntó si estaba prohibido asistir a las reuniones de los ingenieros; le respondieron que no, así que empezó a ir a las reuniones y empezó a destacar en las mismas por sus conocimientos. Entre sus grandes hazañas podemos encontrar el cálculo de la trayectoria del Apollo 11 que llevaría el hombre a la Luna en 1969.