MERTXE GUILLEN
No hay obstáculos que puedan con Oier
AG MG
A veces, superar esos obstáculos depende únicamente de ti. Otras veces es la sociedad la que va poniendo piedras y socavones en tu camino. Mertxe Guillén nos cuenta la historia de Oier.
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Oier tiene 36 años, vive con sus padres en el barrio de Arambizkarra. Estudió en la ikastola Odon de Apraiz y en el instituto Koldo Mitxelena. En la actualidad no trabaja, aunque le gustaría conseguir un empleo para poder independizarse.
El primer obstáculo que se encontró Oier en su vida fue al nacer. En el caso de Oier su discapacidad es física, con cierta atrofia muscular en manos y piernas.
En estos años ha tenido otros trabajos. Pocos, muy a su pesar. Pero él no pierde la esperanza de tener un empleo que le permita vivir sólo.
Lo positivo que encontró Oier en esta etapa de formación frustrada fue la cuadrilla que formó con sus compañeros de clase, con los que comenzó a salir a divertirse como un chaval de veintipocos años.
En este viaje con Oier, que empezamos en su casa, nos lleva hasta el centro de Hipoterapia integrada Zaldiharana, donde nos reciben Goku y Garo, dos de los amigos de cuatro patas de Miguel Angel Diaz de Cerio, el alma máter de este proyecto que nació hace más de 20 años, pero que hasta este pasado mes de mayo no ha completado su primera fase, gracias a una inversión institucional de casi 500.000 euros con la que se ha mejorado las instalaciones. Las nuevas infraestructuras de Zaldiharana van a permitir mejorar la atención que presta a 22 personas con diversidad funcional, autismo o riesgo de exclusión social.