La Columna Jaiónica
A la cola
Jaione Sanz firma esta columna canalla y descarada, una mirada desenfadada a la vida. Hoy radiografía uno de los lugares comunes que mejor describen el comportamiento humano
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Inventamos la antropología para estudiar el comportamiento del ser humano, pero todas las respuestas están en una cola. La más deshonrosa se fabrica estos días en los aeropuertos. Da igual que Ryanair venga con retraso, queden 45 minutos para embarcar o los billetes estén numerados. Siempre llega ese mágico momento en que la muchedumbre comienza a hacer fila como ratas tras un invisible flautista de Hamelin. La ansiedad se vuelve arrasadora según corre el minutero hacia la hora convenida. Intentos absurdos de avanzar, aliento sobre cogotes. Sólo unas pocas personas se aferran a la cordura y permanecen lo más alejadas posibles del centro de la ola, a la espera del aviso por megafonía. El teléfono, un libro, la guía de viajes… Cuando formas parte de la resistencia, cualquier pasatiempo ayuda a salvaguardar el decoro que el gentío se empeña en perder.
La cola previa a volar es un muestrario perfecto de quiénes somos. Escaparate de tolerantes, pacifistas, cagaprisas e imbéciles.