"Una vez muertos, las demandas de daños son sustancialmente inferiores"

Calderas, hornos siderúrgicos, tuberías, tejados, depósitos de agua... incluso jardineras. El amianto o asbesto - presente en nuestro entorno de forma silenciosa-, causa el 80 % de los cánceres profesionales reconocidos en la UE. El año pasado mató a 26 personas en Euskadi, con Álava a la cabeza de los fallecimientos debido al peso industrial de nuestro territorio.

El dato lo ofrece ASVIAMIE, la Asociación de Víctimas del Amianto en Euskadi que reúne a enfermos y familiares que luchan para que se reconozca la contingencia como enfermedad profesional, frente al "negacionismo" -denuncian- de entidades como el Instituto Nacional de la Seguridad Social de Álava. Consideran que la responsabilidad alcanza también a las empresas, primero por incumplir las normas de protección y después por entorpecer las demandas de los afectados.

Hoy conocemos la lucha de Iñigo Perea, electricista de Gasteiz que murió en 2019, con 45 años, por un mesotelioma maligno. Su familia, cumpliendo su deseo, ha denunciado al Ayuntamiento de Vitoria y está a la espera de la sentencia, nos explica su hermana Ana Perea. Y escuchamos también los testimonios de Simón Alonso, enfermo de mesotelioma pleural que trabajó 22 años en Aceros de Lllodio, y Jesús Uzkudun, que sufre asbestosis y es portavoz de ASVIAMIE. Tras varios años de pleitos, ambos han conseguido que se reconozca que enfermaron en el trabajo.

Por cierto que la de Ley de Residuos obliga a los ayuntamientos, desde 2023, a elaborar un censo de instalaciones o emplazamientos públicos con amianto, y a planificar su retirada. Por el momento, ningún consistorio alavés lo ha presentado.