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Vivir para contarlas

Elsa Schiaparelli, la visionaria que cambió el mundo de la moda

EITB MEDIA

La diseñadora de moda italiana destacó entre las décadas de 1930 y 1940. Un periodo, el de entreguerras, en el que florecieron también las corrientes artísticas de vanguardia que tanto inspirarían el trabajo de esta gran mujer

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Schiaparelli causó sensación temporada tras temporada, con colecciones cada vez más atrevidas y memorables. Como explica Emma Baxter-Wright en su Pequeño libro de Schiaparelli: la historia de la icónica diseñadora de moda, la italiana desafió nuestra percepción de la moda de una manera brillante y espectacular, abandonando los lugares comunes para seducirnos con una visión imaginativa y extraña. En palabras de Yves Saint Laurent, "ella abofeteó París. Lo golpeó. Lo torturó. Lo hechizó. Y París se enamoró perdidamente de ella".

Elsa Schiaparelli nació entre los muros del romano Palazzo Corsini el 10 de septiembre de 1890. Su madre era descendiente de una aristocrática familia napolitana, su padre era decano de la Universidad La Sapienza de Roma y su tío era el astrónomo Giovanni Schiaparelli. Elsa disfrutó, por tanto, de una infancia acomodada y, en términos generales, feliz; a pesar de que, tal y como narró en su autobiografía, no era ningún secreto que su nacimiento había supuesto una decepción para sus padres, quienes, tras una primera hija, deseaban que Elsa hubiera nacido varón.

Como recoge Emma Baxter-Wright en el Pequeño libro de Schiaparelli: la historia de la icónica diseñadora de moda, la tienda que ésta abrió a pie de calle era, como sus propios diseños, del todo rompedora en su concepción. Además de piezas intercambiables, jerséis de noche, faldas, blusas o lencería, ofrecía una gran variedad de accesorios, incluidos sus célebres y extravagantes sombreros, como el sombrero Zapato, el sombrero Cerebro o el sombrero Chuleta de cordero; joyas no menos peculiares, como sus collares con aspirinas engarzadas o con escarabajos, abejas o grillos de plástico; además de bolsos; zapatos; chales; bisutería y, por supuesto, su exitosa colección de perfumes.

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