Paula Leiva, la cautiva de Aramaio

El 26 de marzo de 1851, el gobernador civil de Álava se dirigió a un caserío del barrio de Arexola, acompañado por varios guardias civiles, para averiguar un supuesto delito contra la libertad. En las ruinas cercanas al caserío familiar de los Leiva localizaron encerrada bajo su voluntad a una joven en unas condiciones infrahumanas. Una noticia que saltó a la prensa de la época. Paula Leiva fue enclaustrada por sus familiares por una pasión amorosa desbordante por un hombre “cuya posición no correspondía en modo alguno a las aspiraciones” de sus padres. Sus padres fueron a juicio y a Paula le diagnosticaron lo que en la época se denominaba monomanía erotomaníaca. La familia fue obligada a costear el traslado de su hija hasta el Hospital de dementes de Valladolid, donde, a pesar de la leve mejoría obtenida durante los primeros meses, falleció el 30 de marzo de 1856 a los 41 años.