DEL HUERTO A LA COCINA
Las alcachofas están en plena producción hortícola y saben mejor en el plato
Para evitar que después de su limpieza y manipulación esta hortaliza se oxide las debemos poner en un bol con agua y perejil para que con su poder antioxidante que se pongan negras
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Alcachofas al natural
Ingredientes -por cada litro de salmuera-:
-1,5 kgr. alcachofas limpias
-20 grs. de sal (1 cucharada sopera rasa)
-2 grs. ácido cítrico (2 cucharadas de zumo de limón)
Elaboración:
Seleccionar las alcachofas por tamaños. Cortar un poco los tallos y lavarlas muy bien bajo el grifo. Escaldarlas enteras, en un recipiente con la salmuera hirviendo durante unos 15 minutos- dependiendo de su tamaño-. Pasarlas por agua fría y dejarlas en remojo con 2 cucharadas soperas de zumo de limón. Cuando estén frías escurrirlas y quitarles las hojas duras, no comestibles.
Colocarlas en los recipientes previamente esterilizados, encajándolas entre sí. Preparar una salmuera nueva. Ponerla al fuego y cuando esté muy caliente verterla sobre las alcachofas.
Deben esterilizarles los botes en olla a presión -a 115 ºC- precalentando los tarros abiertos unos cinco minutos para expulsar el aire. Tapar y cocer durante 30 minutos, los de 250 grs. y 40 minutos, los de 500g. Dejat enfriar y comprobar.
Alcachofas crujientes
Ingredientes: como para 2 personas
-3 alcachofas
-2 ramitas de perejil fresco
- aceite de oliva virgen extra
-sal
Elaboración:
Cortamos la punta de las alcachofas y retiramos las hojas más duras. Después continuamos retirando los pelillos del centro y torneando también el tallo. Para evitar que la alcachofa se oxide, una vez preparada y limpia la ponemos en un bol con agua y perejil que con su poder antioxidante evitará que se ponga negra. No debemos hacer esto usando zumo de limón porque aunque también funciona como antioxidante, aporta sabor cítrico y anula un poco el sabor de la alcachofa. Mientras las dejamos en remojo, ponemos una sartén con aceite a calentar y cuando esté lista, procedemos a cortar las alcachofas en láminas lo más finas que podamos. Según las cortamos, las freímos inmediatamente, sacándolas del aceite en cuanto empiecen a tostarse. Al sacar las alcachofas crujientes las ponemos en papel absorbente para retirar el exceso de aceite de la fritura. Estas alcachofas crujientes para guarnición que pueden también servir como aperitivo ligero, están buenísimas con unos huevos fritos con jamón.