Flores
Tendencias en planta con flor de primavera-verano para el jardín
Edurne Basterra nos apunta las nuevas variedades que se incorporan y los consejos para su cuidado diario en la zona verde de nuestra casa o balcón
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Las plantas de temporada son aquellas que acostumbramos a plantar en la temporada de primavera-verano o en otoño-invierno. Algunas de las plantas que presentamos pueden sobrevivir año tras año. La gama de colores de estas flores es muy amplia lo que nos permite realizar todo tipo de composiciones coloristas.
Geranio hiedra/Pelargonium peltatum: Los geranios hiedra o gitanillas son las plantas estrellas de cualquier terraza o balcón. Son resistentes y de porte muy colgante, por lo que aportan, además de intensísimas y prolongadas floraciones, un gran volumen al balcón. Correctamente abonados, sus floraciones se prolongan hasta los primeros fríos.
Lobelia/Lobelia: Es una planta anual que da pequeñas flores de un color azul intenso. Requiere tierras fértiles y mucha agua. Puede adaptarse a situaciones de pleno sol, aunque también a la sombra.
Petunia/Petunia: Debido a su intensa floración y su porte completamente colgante, las petunias hacen las delicias de todos los balcones. Esta planta necesita exposición a pleno sol. El exceso de lluvia o el riego directo a las flores hace que éstas se marchiten.
Surfinia: La surfinia es una clase de petunia que se caracteriza por su gran vigor. Reduplica en crecimiento a las tradicionales petunias y sus flores son más resistentes, llegando a convertirse en auténticas cascadas de color. Es aconsejable plantarlas en recipientes profundos que aseguren el desarrollo de las raíces y abonarlas asiduamente con abono líquido para floración.
Uña de gato/Mesembryanthemum: Es una planta que requiere exposiciones muy soleadas; es muy resistente a las sequías y en zonas con heladas no se desarrolla bien. Es, por excelencia, la planta colgante del Mediterráneo. Sus flores de diferentes colores se abren cuando aparece el sol y cubren toda la mata.
Verbena: Es muy resistente, una planta que no puede faltar en una composición de jardinera debido a su porte rastreo y colgante, al variado surtido de colores y a su intensa floración. Requiere exposiciones a pleno sol y florece durante todo el verano.
Agerato/Ageratum houstonianum: Es una planta anual que destaca por sus pequeñas pero numerosas flores en tonos azules. Las variedades más comercializadas son las de crecimiento contenido, que no suelen superar los 20 cm. de altura. Al igual que muchas variedades enanas, el agerato requiere suelos muy fértiles, un alto contenido en abono orgánico y no tolera la falta de agua. Las variedades de mayor porte -60 cm.- son más fuertes y resistentes, aunque su floración es más dispersa.
Alegría de la casa/Impatiens wallerana: Son las plantas de temporada reinas si buscamos color y luminosidad en entornos sombríos, donde otras plantas no florecerían. Son perfectas para balcones o terrazas sombrías o situadas al Norte. La gama de colores es cada día más amplia: rosas, fucsias, rojizos y salmón. Las variedades más comunes son las de flor simple, pero cada vez son más populares las de flor compuesta o los nuevos híbridos mini, de porte muy contenido y flores muy pequeñas. El secreto para triunfar con las alegrías es que no les falte agua.
Alegría guineana/Impatiens balsamina: Estas plantas se caracterizan por el gran tamaño de sus flores que, si bien no son tan numerosas como las de la alegría de la casa, crean efectos de color muy elegantes, y la gama de colores es más amplio. Además, las guineanas suelen tener las hojas más grandes y de diferentes tonalidades. Entornos sombríos y que no les falte agua, son los dos aspectos fundamentales para estas plantas.
Begonia siempreflor/Begonia semperflorenscultorum: Como bien indica su nombre, esta especie de begonia empieza a florecer a principios de la primavera y sigue dando flores hasta bien entrado el otoño. Existen muchas variedades, pero en general, se clasifican por el color de sus hojas, que pueden ser verdes o rojizas, y por sus flores, blancas, rosas o rojas. Hay que tener cuidado con el sol del mediodía, que puede quemar las hojas. Bien regadas y abonadas son un recurso imprescindible en composiciones florales.
Clavel de la India o tagete: Sus flores suelen ser principalmente amarillas y naranjas. Podemos encontrar especies con distintas formas de flor, pero las más comunes son las de la variedad Tagete patula, con flores dobles de pequeño tamaño, y la tagete erecta, con grandes flores compuestas en forma de pompón. Esta planta es el plato predilecto de babosas y caracoles, que se la pueden comer en apenas unas horas si nos descuidamos. El sol, el agua y el abono garantizan una floración intensa hasta la llegada del otoño. Por su color amarillo, se usa mucho para colocar en las huertas, porque atrae a los pulgones.
Geranio zonal: Es la planta estrella de porte erguido de terrazas y balcones. Sus grandes flores pueden ser de diferentes colores: blanco, rosa, fucsia, salmón... Pero el más tradicional es, sin duda, el rojo carmín. Según se van marchitando las flores, es conveniente eliminarlas, ya que se potencia la aparición de nuevas. Se adaptan muy bien al crecimiento en contenedores y no son excesivamente exigentes en cuanto a riegos. Se debe evitar que el agua moje las flores para garantizar una floración más duradera e intensa. En zonas templadas sin riesgos de grandes heladas, los geranios sobreviven de año a año.