CRIMEN DE ALICIA
Los psiquiatras descartan una enfermedad mental del autor del asesinato
Estos profesionales, que atendieron al autor confeso del crimen de la bebé Alicia, creen que Daniel Montaño no sufre ninguna enfermedad mental grave.
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Los psiquiatras descartan una patología psicótica e insisten en que la única medicación que tiene pautada es para dormir y para la ansiedad, no para la esquizofrenia. De todos modos el psiquiatra que le atendió en el hospital de Santiago de Vitoria no excluye la posibilidad de un brote psicótico, aún habiendo consumido un único porro de cannabis, pero advierte que es poco frecuente que esto ocurra. Cuestiona, además, que alguien en pleno brote psicótico pueda reconocer la realidad y Montaño lo hizo ante la Ertzaintza. De ahí que diga que podía ser un brote, un delirio, pero también una invención. Por ello ha negado que el acusado sufra una patología psicótica.
La acusación popular, por su parte, considera que la defensa no podrá probar tampoco el brote psicótico por consumo de cannabis. El abogado de la Asociación Clara Campoamor, José Miguel Fernández, entiende que a la defensa se le ha caído la estrategia de enfermedad mental y por lo tanto tiene que buscar otra estrategia. Y añade que está intentando buscar una psicosis por intoxicación de cannabis, cuestión que tampoco va a poder acreditar.
La madre de Alicia, Gabriela, a la que el acusado intentó matar, presentaba una treintena de lesiones físicas producto de una lucha muy violenta. Son lesiones compatibles con golpes, puñetazos, patadas; cortes realizados con cristales y con haber sido arrastrada por el suelo. Junto a ellas la joven presentaba también heridas típicamente defensivas y, psicológicamente, un cuadro de estrés post-traumático grave. Tras lo sucedido tenía pesadillas recurrentes, altos niveles de ansiedad, gran angustia, tristeza, sentimiento de culpa e ideas de suicidio. Los médicos que la atendieron en el hospital de Burgos han corroborado, además, lo que ella misma testificó, que después de los hechos hubo un consumo abusivo de alcohol, cannabis e incluso cocaína.