El jurado decide si el acusado mató a Marga con alevosía y ensañamiento

Un veredicto que llega tras nueve sesiones que han conformado el relato de un crimen macabro. El propio José Manuel Cantero ha calificado los hechos de escabrosos; pide perdón y dice que él mismo se sorprende de lo lejos que llegó. El acusado ha reconocido, desde el inicio, haber matado a Marga a golpes y ha dicho que lo hizo porque le sacó de quicio. El asesino ha alegado que la golpeó con una maza durante una discusión que se originó por un microondas que Marga no quiso devolverle. Solo en la cabeza le causó 35 heridas. Y una vez muerta, la descuartizó porque "no había otra manera", añade, y como no tiene carné de automóvil, la intención fue trasladar el cadáver con una maleta.

Arrojados los restos al río Zadorra, comenzó lo que Cantero define como "una broma macabra" al contar su crimen, en tono jocoso, a su entorno. Sus amigos aseguran que les confesó que había matado a Marga pero, en principio, no le creyeron y les comentó que iba a comprar una sierra porque "la hija de puta tenía los huesos muy duros". Contó, asimismo, los hechos a la Ertzaintza. Los médicos forenses aseguran que tenía antecedentes pero no hasta el punto de no saber distinguir lo que hacía ni querer hacer lo que estaba haciendo. Estos especialistas afirman que el trastorno límite de personalidad y la dependencia del alcohol no distorsionan el comportamiento.