Txato y Aurora han ayudado a los refugiados en Atenas

Estamos viviendo la mayor crisis migratoria y humanitaria en Europa después de la segunda guerra mundial, también conocida como la crisis migratoria del Mediterráneo. Hablamos de crisis y es que en España, solo una de cada 34.522 personas es un refugiado. En los 15 años entre 2000 y 2014 se ha reconocido el estatuto de refugiado a poco más de 3.600 personas.

Como ejemplo, el equivalente a la suma de las poblaciones de España y Rumanía, es decir, 65 millones de personas, se han visto obligados a irse de su entorno habitual para sobrevivir. Se calcula que 40 millones son desplazados internos, es decir, están viviendo en su país pero en campos de refugiados. El resto, están refugiados en otros países.

La mayoría de estos movimientos de población se caracterizan por una migración forzada de victimas de conflictos armados, persecuciones, pobreza, cambio climático o violaciones masivas de los derechos humanos.

Según los últimos datos que recoge la Organización Internacional para las Migraciones, más de 1000 personas han muerto en las aguas del Mediterráneo en lo que llevamos de año. Desde enero y hasta el 26 de abril de 2017, 43.357 migrantes han llegado a Europa desde el norte de África, la mayoría, un 80%, han llegado a Italia y el resto a España y Grecia.