La Iglesia católica enfrenta un problema de relevo generacional

Hablamos con el Obispo de Vitoria-Gasteiz, Juan Carlos Elizalde; con el comunicador cristiano, Vicente Luis García; y con Sor Carmen, de Las Siervas de Jesús, sobre este asunto de la falta de vocaciones.

Hace muy pocos días, asistíamos en Vitoria-Gasteiz a una despedida, la de la congregación de “Las Hermanitas de los Pobres”, tras 140 años de presencia ininterrumpida en la capital alavesa. La falta de vocaciones les ha impedido mantener su actividad y una atención adecuada a los usuarios y usuarias de la residencia de Gazalbide, que desde el pasado 15 de enero gestiona una empresa francesa.

Es uno de los problemas más acuciantes con los que se enfrenta la Iglesia católica en estos momentos. La falta de vocaciones religiosas está provocando el cierre de conventos y el traslado de las hermanas o hermanos a otros centros, porque, en general por la avanzada edad de los religiosos, ya no pueden continuar con su vida cotidiana. En otras ocasiones, como recordábamos al inicio, se cierran servicios a la comunidad, después de décadas de estar prestándolos: no sólo residencias, también clínicas o comedores sociales….

En el caso de las congregaciones que atienden estos servicios a la sociedad, es habitual ver monjas que provienen de países lejanos: de centro y sudamérica o incluso del sudeste asiático.

Y en el caso de Alava, con muchos núcleos rurales pequeños, con sus pequeñas ermitas o iglesias, faltan sacerdotes que las puedan atender. En algunos casos, y en los núcleos de población más importantes, se mantienen los servicios religiosos semanales, bien sábados o domingos… en otros casos, se han reducido a una vez al mes o incluso a una vez al año, en la fiesta del santo patrón.

Pero no sólo se vive esta situación en la zona rural. En las ciudades son muchas las iglesias y la media de edad de los sacerdotes es cada día más elevada. Se nota una ausencia de relevo, al menos en el altar.

Ya en el año 2008, los curas rurales alaveses se marcaban como objetivo logra una mayor participación de los seglares en las actividades de cada comunidad parroquial… y en especial de las seglares. Hace ya muchos años que la catequesis de aquellos niños y niñas que se preparan para su Primera Comunión está en manos de mujeres…la mayoría del personal voluntario en Cáritas Diocesanas son mujeres…

Es precisamente este voluntariado el que está permitiendo a la Comunidad católica campear los efectos de la falta de vocaciones religiosas, con una labor seglar callada, pero muchas veces fundamental…