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ÁLAVA MEDIEVAL

La iglesia de San Juan de Laguardia, un ejemplo del románico monstruoso

Isabel Mellén, de Álava Medieval, nos habla de los ejemplos de románico donde aparecen figuras 'monstruosas', como la portada de los abuelos de la Iglesia de San Juan de Laguardia.

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En la denominada portada de los abuelos, si alzamos la vista, nos vamos a encontrar con un óculo, con una ventana circular en la casi nadie depara, pero que en la que hayamos el mejor muestrario de monstruos de todo el románico alavés.

Alrededor de ese ojo, tanto en el interior como en el exterior de la iglesia, vemos una serie de personajes extraños, con anomalías físicas, híbridos entre animal y ser humano, seres peludos…, alternados con ángeles y personajes bíblicos, como el rey David. Todos ellos además son monstruos bien conocidos. De hecho, sabemos a qué especie pertenecen algunos de ellos.

En el óculo de San Juan de Laguardia, por ejemplo, podemos identificar un Esciápodo. Se trata de un personaje con una sola pierna y un pie de un tamaño descomunal, que servía, según la leyenda, para tumbarse en el suelo y poder taparse del sol. Pero al lado también vemos una sirena, ese híbrido entre pez y mujer que hoy en día nos sigue resultando familiar y que se asocia con la lujuria y la tentación.

Encontramos un bicéfalo, un ser con dos cabezas, o un salvaje, que aparece con su cuerpo completamente cubierto de pelo y cuya iconografía nos la encontramos muy a menudo en el románico y también en el gótico.

Pero quizá los seres que más llaman la atención son los híbridos entre humano y animal, con cabezas masculinas, cuellos largos, cuerpos de pájaro, garras y cola. Tenemos unas cuantas en este óculo y se inspiran en los diseños de la marginalia que encontramos en los códices, es decir, en los dibujitos fantasiosos que se realizaban alrededor de un texto, plagados de seres imaginarios.

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