Libros
Sandra Sabatés: ‘Una víctima nunca es culpable’
EITB MEDIA
Entrevistada en Radio Vitoria Gaur Magazine la periodista de El Intermedio Sandra Sebatés. La presentadora acaba de publicar ‘No me cuentes cuentos’, un libro que reúne diez historias reales de mujeres víctimas de género.
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Caperucita Roja fue a San Fermín y fue violada por una manada de 5 lobos. La Bella Durmiente cayó en un sueño forzado y cuando despertó había sufrido una violación, pero no se acordaba de nada. A Ariel la enviaron con 6 años a Senegal y sufrió la mutilación de sus genitales. Estas son las historias reales de mujeres que nos demuestran que el machismo de los cuentos tradicionales no se queda en la ficción. Sandra Sabatés reúne en su nuevo libro 'No me cuentes cuentos' hasta 10 historias reales de abusos y violencia contra la mujer. Cada una de ellas adopta el nombre de la protagonista de un cuento.
Entrevistada en Radio Vitoria Gaur Magazine, la presentadora comenta que la idea del libro comenzó con Caperucita. Aunque asegura que es algo de lo que no te das cuenta a temprana edad 'con el tiempo te das cuenta de que, en realidad, nos están contando la historia de una violación', admite. La autora pensó que, si pasaba con el cuento de Caperucita, podía suceder lo mismo con el resto de cuentos. Y al mirarlos con otra mirada, encontró en todos ellos algún tipo de muestra de violencia contra la mujer.
Las protagonistas y sus historias son reales, aunque algunas hayan preferido mantenerse en el anonimato. La escritora cree que hay algo común en todas ellas y es la sensación de culpabilidad. 'Una víctima no es culpable, y, sin embargo, muchas veces, lo sienten así', denuncia. Se sienten culpables al contar su experiencia dramática pensando en el gran dolor que pueden generar a su alrededor.
Cada historia es diferente porque se quiere mostrar las múltiples agresiones a las que son sometidas muchas mujeres por el simple hecho de ser mujeres: violación múltiple, violencia psicológica, trata y prostitución, abusos sexuales infantiles… Además, la mayoría de ellas son muy jóvenes, incluso niñas.
Pero han dado el paso de contarlo y decirlo en voz alta porque confían en que con su testimonio pueden ayudar a otras mujeres. La periodista sentencia: 'Por favor, no os calléis. Denunciadlo, porque es la única forma de combatir esta lacra'.