El combinado
Los chicos también pueden llorar
EITB MEDIA
En Radio Vitoria analizamos si el hecho de que Pedro Sánchez haya mostrado sus sentimientos en público supone el principio del fin de la ocultación de lsa emociones, de las vulnerabilidades en política o se quedará en lo que puntualmente ha sido para volver rápidamente a las formas tradicionales
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El anuncio de Pedro Sánchez de hacer un parón de cinco de días en su agenda pública para reflexionar sobre su futuro como presidente del gobierno ha traído consigo una cascada de análisis y opiniones de todo tipo, sesgo y condición. Más aún, el fondo y la forma que utilizó para hacerlo: una carta dirigida a la ciudadanía en la que las emociones relegaron a la política a un plano completamente secundario, algo que nunca hasta la fecha había sucedido, o no al menos a este nivel. Más allá de las opiniones políticas y personales sobre lo que ha hecho Sánchez, lo cierto es que ha abierto un debate social sobre la humanización de la política, y no solo aquí, sino también en otros muchos países donde se han hecho eco de la noticia.
Tanto su carta como su comparecencia del lunes, en la que de nuevo las emociones se impusieron a los patrones políticos tradicionales, han conmovido a mucha gente, a otros muchos no, como hemos podido escuchar estos días, pero lo cierto es que a expertos de diferentes ámbitos como la politología, la psicología o los estudios de género, les ha llevado a preguntarse si se acabó con esto ocultar los sentimientos en política. Es pronto para saberlo a ciencia cierta pero no para ponerlo sobre esta mesa y preguntarles a nuestros colaboradores si lo creen así o no? ¿Hasta qué punto ha conseguido, si es que lo ha conseguido, humanizar la política y por supuesto humanizar su figura?
Iker Mojón y Álavaro Cuervo, colaboradores de "El Combinado" de los viernes reflexionan sobre todas eStas cuestiones. Además, hablamos con Ritxar Bacete, padre de familia numerosa, hombre en transición y aprendizaje continuo, y apasionado por la belleza que hay en las personas y en las cosas. Es, además, antropólogo por vocación y trabajador social por convicción. También es especialista en género, masculinidades, feminismo, políticas de igualdad, paternidad positiva y economía del desarrollo.