Último episodio
¡Nuestos Conquistadores han hecho cumbre!
Tras comenzar a caminar a las 5 de la mañana, Iker y Azucena han hecho cumbre a las 11:45, pero no todos han conseguido subir.
Ya hemos llegado al final de ''El Conquistador del Aconcagua'' y no todos han conseguido subir a la cumbre del Aconcagua.
La jornada ha empezado de madrugada, con la visita de la doctora Carina para ver cómo se encontraban los montañeros, que por cierto, todos tenían algo. Julian seguía vomitando pero así y todo él estaba convencido de intentar llegar a la cumbre, Azucena temía por sus manos, que las tenía heladas antes de comenzar la caminata, y se mete unos geles especiales en los guantes para calentar sus manos, Natxo está con dolor de muelas y a Iker le duela la cabeza. Vamos, que los conquistadores no están en unas condiciones muy óptimas para atacar la cumbre.
Al final, tras repasar con el guía que han cogido todo lo imprescindible, comienzan a caminar a las 5 de la madrugada. Cuando ya llevan una cuantas horas de caminata Natxo decide dar la vuelta porque no se encuentra nada bien, está mareado y muy al límite. Antes de que las cosas vayan a mayores, decide emprender la bajada con la ayuda de un guía.
Julian también va muy tocado, pero no quiere rendirse por nada del mundo.
Con mucho esfuerzo y sufrimiento, Iker, Azucena y Juanito llegan a la cumbre del Aconcagua. Lo han conseguido. ¡Están a 6962 metros! Este es el momento para sacar los amuletos que llevaban consigo y dejarlos en la cima. Iker saca los amuletos que le han dado sus hijos, la pieza de un puzzle y una llave inglesa de juguete.
Aunque Azucena no ha llevado ningún amuleto propio, sí que ha lllevado en la mochila unas piezas que le dieron Lourdes y Angel. Los conquistadores que no han conseguido subir están muy presentes en Azucena e Iker.
Por fin aparece Julian, aunque no está en su mejor momento. No hace más que tropezarse con todo y está muy mareado. Sus compañeros le aclaman por llegar en esas condiciones ya que es, con diferencia, el que más ha sufrido para llegar a la cumbre del Aconcagua.
Cómo dice Juanito: al final han subido los mejores.