Nerea y Leku, clasificados para la gran final

La vida sigue en "El Conquistador del Amazonas" tras la drástica salida de Juanma, Patxi y sus amigos. Los cuatro aspirantes que están en competición han demostrado ser los más enteros física y, sobre todo, psíquicamente. Nerea ya se ha ganado su pase a la gran final. Han sido sus compañeros y rivales los que la han elegido en una asamblea extraordinaria. La emoción de la oriotarra fue total y sus lágrimas fueron también una válvula de escape ante la injusta situación que le tocó vivir tras la salida de Juanma y sus acusaciones. La emoción fue compartida por sus rivales, que dejaron la rivalidad a un lado y se decantaron por la rubia amatxu de Orio. El premio y el colofón para un día tan especial fue la videoconferencia con su familia. Pudimos conocer a sus hijos, su madre, su marido y algunos de sus mejores amigos. Tener noticias de los tuyos siempre otorga a quien las recibe un plus de motivación en la txanpa final. Y, como siempre, el cierre lacrimógeno para un día tan intenso fueron las cartas de los familiares de los cuatro supervivientes.

Pero no todos disputarán la gran final. Txirrita ya está clasificada y los otros tres salieron del campamento para pelear en un duelo a tres en el que dos se clasificarán y uno se irá para casa a las puertas de la gloria. El duelo consiste en elaborar una escalera con una cuerda con el objetivo de coger un banderín. Un duelo muy completo donde se medirán la fuerza, la resistencia, la habilidad y la táctica de los contendientes. Leku ha sido el primero en ganarse una plaza. A la chita callando, siempre con un perfil bajo, el hernaniarra ha sabido estar fino en el momento justo y ha superado a Igor y a Erku en una prueba donde no era favorito.

Ahora queda por saber quién será el tercer o la tercera finalista, que se medirá a Txirrita y a Leku en la gran final. Cualquiera que se quede fuera de los dos concursantes será una gran pérdida para el programa. Igor y Erku se han ganado, por méritos propios, la oportunidad de llegar a lo más alto y poder ondear la ikurriña en la gran final.