Vascos en EE.UU
¿Por qué los vascos que emigraban a EE.UU. se convertían en pastores?
Desde el siglo XIX, vascos de varias zonas Euskal Herria emigraron en busca de una vida mejor, y la mayoría, terminaban trabajando en el monte. 'La noche de' nos ha descubierto por qué.
Los vascos comenzaron a emigrar a Estados Unidos a mediados del siglo XIX. Muchos fueron los que se afincaron en California, respondiendo a la llamada del oro. Pero, lo cierto es que la mayoría de los vascos que decidieron "hacer las Américas" en EE.UU., ejercieron de pastores en el oeste del país, aunque no se dedicaran a ello antes de cruzar el charco. 'El Mundo según La Noche de' ha desvelado las razones por la que acabaron ejerciendo ese oficio.
Muchos tenían hacienda en casa, pero no tenían tanta experiencia como para guiar rebaños de hasta 2.500 ovejas, protegiéndolas de lobos, osos y ladrones de ganado, hacia los pastos de Norteamérica. Aquellos colonos vascos no estaban preparados para ese trabajo, pero acabaron desempeñándolo, por tres razones.
La primera razón es que los emigrantes vascos, en su gran mayoría, no sabían inglés. Eso les dejaba fuera de muchos empleos, pero no les impedía ser pastores, porque para cuidar ovejas no les hacía falta.
Además, los vascos estaban acostumbrados a trabajar en el monte, así que el trabajo de pastor les parecía relativamente fácil.
Y la tercera razón era la seriedad en el trabajo que mostraban los vascos. Los ganaderos norteamericanos de la época preferían contratar a vascos para cuidar sus ovejas, antes que a emigrantes de otras naciones.
Por todo ello, cientos de vascos se dedicaron, durante años, al pastoreo. Un duro trabajo que ejercían aislados en un paisaje duro y, muchas veces, hostil. En este contexto, les era muy difícil formar una familia, ya que pasaban meses aislados, y tenían dificultades con el idioma. Por ello, algunos volvían a casa en cuanto conseguían reunir el dinero suficiente. Pero muchos decidieron quedarse, comprar su ranchos y explotar sus ovejas. La mayoría consiguió la ciudadanía estadounidense, y aunque volvieran a casa de visita, o en busca de una esposa vasca, retornaban a su nuevo país, donde se afincaron definitivamente.
efinitivamente.