El Mundo según LND
Oiz: 30 años de la peor catástrofe aérea de nuestra historia
EITB
El 19 de febrero de 1985, 148 personas fallecieron en el monte Oiz, cuando un Boeing 727 chocó contra una antena de ETB.
Se cumplen 30 años desde el peor accidente aéreo de nuestra historia, el accidente del monte Oiz. El 19 de febrero de 1985, un Boeing 727, en vuelo regular de Madrid a Bilbao, acabó hecho pedazos en ese monte de Bizkaia, tras chocar contra una antena de Euskal Telebista. 148 personas murieron en aquella tragedia. El programa 'El Mundo según LND' de ETB2, presentado por Felix Linares, ha recordado lo sucedido.
Aquel avión se estrelló cuando realizaba la trayectoria de aproximación al aeropuerto de Sondika. El choque se produjo, exactamente, a las 8:27 de la mañana, y según la torre de control, el avión había seguido el rumbo correcto hasta 57 segundos antes del accidente. Pero por algún motivo, de repente redujo la altitud y voló tan bajo que su ala izquierda chocó contra la antena.
El avión perdió el ala en ese primer impacto y se precipitó contra los árboles, abriendo una brecha de 950 metros en los bosques de la ladera del monte Oiz. Y todo eso, a una velocidad de 300 km/h, que convirtió el avión en un amasijo de hierros.
En el monte Oiz no hubo supervivientes. Murieron los ciento cuarenta y un 141 pasajeros y los siete 7 tripulantes que iban en aquel avión.
El piloto fue el principal sospechoso en la investigación del accidente, según el informe oficial de este caso, redactado por un comité de investigación de Aviación Civil. Según ese comité, quedó probado que el piloto del avión siniestrado, José Luis Patiño, no estuvo a los mandos de la aeronave en ningún momento.
El piloto delegó todas sus tareas en el copiloto: Emilio López Peña, y la falta de coordinación entre ambos pudo desatar una dramática cadena de "errores humanos", empezando por un mortal error de cálculo. Al parecer, en el instante del accidente volaban 30 metros por debajo de la altitud mínima recomendada en las cartas de aproximación a Sondika. De haber volado sólo treinta metros más arriba, no habrían chocado con la antena.
Pero también hay quien dice que esas cartas de aproximación "estaban anticuadas" porque en ellas, supuestamente, "no figuraba la antena" contra la que chocó el avión. También se habló de un posible "atentado de ETA", e incluso de un "fallo mecánico" en el aparato. Pero lo cierto es que el avión tenía sólo seis 6 años de antigüedad y había superado con éxito todos los controles de seguridad.
Por todo ello, el informe final de hizo recaer toda la responsabilidad del accidente en la tripulación del avión. Una tripulación que jamás podrá defenderse… porque también perdió la vida en la ladera del monte Oiz, aquella mañana de hace treinta años.