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El Mundo según LND

Los vascos que tuvieron repercusión en el 23-F

EITB

El programa "El Mundo según LND" ha recogido datos sobre varios vascos que, de una forma o de otra, tuvieron cierto protagonismo el día en que Tejero intentó dar un golpe de estado en 1981.

El programa "El Mundo según LND" de ETB2 ha tenido como eje central los golpes de estado. Ha hecho un ranking de los países donde más golpes se han perpetrado, y también ha analizado la repercusión que tuvieron algunos vascos en el intento golpista de 1981 de Tejero.

Había ciudadanos vascos en Madrid, diseñando un plan de huida hasta Hendaia. Había reclutas vascos en los tanques de Valencia, atrapados en plena intentona golpista mientras hacían el servicio militar. Y había también periodistas vascos en RTVE, retransmitiendo en directo la información que llegaba a sus manos, durante toda la larga noche del 23-F.

El periodista donostiarra Iñaki Gabilondo acababa de ser nombrado director de informativos de Televisión Española, justo cuando se produjo el golpe de Estado. Es más, su intervención televisiva de aquella noche fue, curiosamente, su debut ante las cámaras. Nunca hasta entonces le había tocado ponerse ante una cámara de televisión, pero desde aquel día, no dejó de hacerlo.

Otro donostiarra, Pedro Erquicia, fue el encargado de grabar el mensaje del Rey, en el palacio de la Zarzuela, con un par de cámaras de TVE.

Una vez emitido el discurso del Rey, el general José Luis Aramburu Topete, nacido en Huelva pero de origen vasco, tuvo la responsabilidad de buscar la rendición pacífica de Tejero. Se enfrentó a él y acabó amenazado de muerte. Pero su intervención fue clave para evitar que el Congreso acabara convertido en un baño de sangre.

Por otro lado, unos 300 reclutas que estaban haciendo el servicio militar, siguiendo las órdenes de sus superiores, tuvieron que subirse a los tanques y llevarlos directamente hasta el centro de Valencia. Entre ellos estaba Alberto Barruetabeña, que estaba haciendo la mili en el regimiento de artillería de Paterna, a sólo diez kilómetros del centro de Valencia.

En Euskal Herria no hubo tanques, pero sí momentos de tensión. Por ejemplo, Andoni Pérez Ayala, miembro en aquel entonces del Partido Comunista, fue encañonado por la Guardia Civil, por pegar carteles en Bilbao animando a la resistencia ciudadana contra el Golpe.

También se dice que la noche del 23 de febrero de 1981 fue muy difícil para el entonces lehendakari Carlos Garaikoetxea. Ante las noticias que llegaban de Madrid abandonó Ajuria Enea por seguridad, y se refugió en Legazpi, Gipuzkoa,  concretamente,  en el caserío de los padres de su jefe de prensa de aquel entonces: José Ramón Beloki. El propio Garaikoetxea ha contado, además, que aquella noche  tenía gripe y 40º grados de fiebre.

de fiebre.

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