'Los bollos de mantequilla de Bilbao deberían ir por Seguridad Social'

Leo Harlem disfruta mucho en Bilbao. El humorista leonés ha actuado en la capital vizcaína, y tras su exitoso paso por el teatro Campos Elíseos, ha visitado el plató de 'Entrada Libre' este jueves, para hablar con Vanessa Sánchez sobre su particular visión de la vida.

Harlem conoce bien Bilbao. Disfruta mucho en la ciudad, porque dice que hay un "sentido del humor muy especial". Además, le encanta la gastronomía vasca: la chuleta, el bacalao, las anchoas… Es más, comenta que "los bollos de mantequilla de Bilbao deberían ir por la Seguridad Social".

También conoce muy bien la zona del Alto Deba. Tenía un amigo que era de Aretxabaleta, y visitó mucho la zona junto a él. Incluso ha disfrutado de la fiesta de Maritxu Kajoi con una estupenda 'gaupasa'.

Y no ha podido dejar sin comentar las traineras, ya que, para él, es un 'deporte de verdad'.

El barman convertido en humorista hace diez años defiende la actitud ante la vida, la sencillez y  la naturalidad: "no tengo  tiempo para ser metrosexual; (…) yo con mi huevito frito soy mejor persona, cuando veo soja, no". También afirma que la siesta debería ser obligatoria, "de 15:00 a 17:00 debería parar todo".

Esa visión que tiene sobre la vida es la que despliega en sus monólogos, visión que al público parece gustarle y lo ha afianzado como uno de los humoristas más conocidos y seguidos. "La gente me trata con muchísimo cariño, porque agradecen el humor", comenta, y subraya la importancia de estar en contacto con la gente.

Harlem tiene algunas supersticiones para sus actuaciones. Por ejemplo, siempre actúa con dinero en el bolsillo izquierdo. Además, nunca se saca fotos con la gente antes de sus shows, y tampoco bebe alcohol. "Soy un poco metódico", confiesa.

Leo Harlem es un tipo con una gracia innata que hace disfrutar a todas las personas que le escuchan. Un tipo genial, que con esa manera tan rápida de hablar y su humor generalista se mete en el bolsillo al público que tiene enfrente.