'Ocho escenarios vascos'
La costa de Bizkaia, escenario de varias películas
L.A.
EITB
La costa vizcaína y sus pueblos has servido de escenario para gran variedad de películas tanto de producción nacional como extranjera.
Your browser doesn’t support HTML5 video
En la costa de Bizkaia se han filmado películas como Open Graves (2009), una coproducción de España y EEUU dirigida por el madrileño Álvaro de Armiñán. La película mezcla la tabla de la Ouija con las tablas de surf ya que trata sobre un antiguo juego de mesa que descubren unos surfistas y que se cobra una vida cada vez que juegan al mismo. Por eso, esta película está rodada en diferentes lugares propicios para el surf y de la costa como Bermeo, Mundaka, Sopela, Bilbao, Erandio, San Juan de Gaztelugatxe, la isla de Izaro, la carretera de Bermeo a Bakio, Punta Galea...
Y buscando escenarios terroríficos, se rodaron varias escenas en el viejo Hospital de Gorliz, un edificio que alberga cientos de historias entre sus paredes, porque fue construido hace 95 años. Originalmente, este hospital fue una residencia para niños tuberculosos, a los que les venía muy bien el sol y yodo. Ambas se sienten y respiran en la playa de Górliz. Aún así, son muchos los niños que murieron en este edificio, lo que lo convierte en un inquietante escenario para películas de miedo
También en la costa de Bizkaia se filmó La muerte de Mikel (1984), una película de la que se cumple este año el 30 aniversario del estreno. Su escenario principal de rodaje fue Lekeitio, y entre las escenas allí filmadas, destaca especialmente la del Antzar Eguna o Día de los Gansos que se rodó durante la verdadera celebración de esta polémica fiesta, el 5 de septiembre 1983. Además, como dato curioso, la escena de la manifestación se filmó en la calle más estrecha de Lekeitio, para que no se notara que había muy pocos figurantes. No podían contratar a más gente, por el bajo presupuesto de la película. Y aunque la escena resulta impactante, lo cierto es que, el número de manifestantes era muy bajo.
Sin salir de la costa vizcaína, tenemos los escenarios de No es bueno que el hombre esté solo, filmada en Algorta, Todo por la pasta, con escenas muy cerca de Bakio o Un casto varón español que nos lleva de nuevo a Bermeo.