Curiosidades de cine
Estos son los trucos más curiosos para ocultar un embarazo en el cine
"La Noche de..." nos habla de casos en los que las actrices están embarazadas, pero el personaje que interpretan no. ¿Cómo ocultan los embarazos? Hay casos la mar de curiosos.
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El programa 'La Noche De…' ha hecho una recopilación de casos de actrices han rodado películas y series estando embarazadas. También habla sobre el primer embarazo en televisión.
Comenzamos con el caso de Cate Blanchett. Esta actriz aún no tenía hijos cuando aceptó encarnar a una mujer embarazada en Life Aquatic. Y semanas antes del rodaje, prepararon para ella una barriga falsa, hecha exactamente a su medida. Pero, cuando llegó el momento de ponérsela, Cate descubrió que ya no le entraba. Y es que, en el tiempo transcurrido hasta que empezó a rodar la película, se había quedado embarazada de verdad. Descubrió que le estaba creciendo una barriga verdadera, al intentar ponerse la barriga falsa.
Totalmente auténtica es la barriga de Naomi Watts en Madres e hijas. Curiosamente, no era la primera vez que actuaba estando embarazada, porque su anterior embarazo coincidió con el rodaje de la película Promesas del Este. Pero en esta ocasión, disimularon su vientre con abrigos amplios y ropas holgadas.
También se puede confirmar que, en la 5ª temporada de la serie 'Sexo en Nueva York', la actriz Sarah Jessica Parker estaba embarazada. Y para ocultarlo, tapaban su vientre con la puerta del frigorífico, sentándola a una mesa, usando los brillos de un cristal, o poniendo algún objeto en sus manos. Pero todavía más lejos fueron en 'Frasier'. En esta telecomedia intervenía la delgada actriz Jane Leeves. Y cuando se quedó embarazada, los guionistas de la serie justificaron su cambio físico haciendo que su personaje tuviese unas irrefrenables ganas de comer. En la ficción de la serie, era la comida la que le hacía engordar, y no el embarazo.
Y ojo al caso de 'Anatomía de Grey': su actriz principal, Ellen Pompeo, desapareció durante algunos capítulos para dar a luz en la vida real. Y los guionistas, fieles al melodrama permanente de esta serie, se inventaron un repentino trasplante de hígado haciendo que su personaje donara parte de ese órgano a su padre alcohólico. El postoperatorio fue la excusa perfecta para tenerla fuera de circulación, hasta que nació su bebé.
Pero la excusa más 'marciana' fue la de Gillian Anderson en 'Expediente X'. Cuando la embarazada Gillian dejó temporalmente la serie para dar a luz, los guionistas hicieron que fuese abducida. Por eso decíamos antes que fue una excusa un poco marciana.
¿Pero, cuál fue el primer embarazo en televisión?
La asombrosa historia de la actriz cómica Lucille Ball, que, a comienzos de los años 50, triunfaba con la teleserie 'I Love Lucy'. Pero justo en la cima de su éxito, se quedó embarazada. Y eso era un problema, porque si mostraban su embarazo en la serie, estarían reconociendo que su personaje había tenido relaciones sexuales: algo del todo inadmisible en una época en que las parejas de ficción dormían en camas separadas.
Lo más absurdo de todo es que, en esta serie, el marido de Lucille era el actor y cantante Desi Arnaz Jr, que también era su marido en la vida real. Así que no había nada de pecaminoso en que estos dos esperaran un hijo. Y aún así, se habló incluso de cancelar la serie, a pesar de su éxito, para evitar el escándalo del embarazo. Pero en ese momento, la propia Lucille Ball tomó una decisión muy atrevida.
La actriz ordenó incorporar el embarazo a la trama de la serie. Fue la primera vez que se hizo en toda la historia de la televisión. Aunque, por si acaso, evitaron la palabra 'embarazada', que en aquel entonces se consideraba 'de mal gusto' y usaron la refinadísima expresión 'estar encinta', para el título del capítulo en el que se desvelaba el embarazo.