Cinco vascos en Taiwán, la isla hermosa o Formosa

Taiwán es una isla de 23 millones de habitantes considerada uno de los cuatro tigres asiáticos. Conserva tradiciones centenarias pero al mismo tiempo es una de las potencias tecnológicas más importantes del planeta. Tan solo 180 kilómetros le separan de China, pero su conflicto con el país dura ya más de 60 años (desde la Guerra Civil China). China la considera parte de su territorio, pero Taiwán, con gobierno propio, se considera un país independiente.

En Taipei se encuentra uno de los edificios más altos del mundo con 101 pisos. La ciudad más poblada de Taiwán que contrasta con sus increíbles parques naturales, playas y paisajes de ensueño. En solo dos horas recorremos la isla en tren de alta velocidad y visitamos ciudades como Kaohsiung o Tainán. La segunda parada de metro más bonita del mundo por su enorme y colorida vidriera o el primer tranvía taiwanés, construido por la empresa vasca CAF, y que se parece al tranvía de Bilbao. También conocemos la gastronomía taiwanesa y visitamos un mercado nocturno donde los taiwaneses salen a cenar cada noche por muy poco dinero y comen lo más curioso que podamos imaginar (tofu maloliente, patas de pollo o serpiente...). De todo ello ha sido testigo nuestra reportera Erika Barreras.

Claudia, de Andoain

Conocemos a Claudia frente al Memorial Chiang Kai-Shek para contextualizar la situación política e histórica de Taiwán. Levantado en conmemoración al Primer presidente de la República de Taiwán Chaing Kai-Shek (en la Guerra Civil China los nacionalistas fueron derrotados, los comunistas se quedaron en china y los nacionalistas se vinieron a Taiwán liderados por Chaing). Allí vemos el cambio de guardia militar que es muy vistoso. Nos desplazamos en metro, uno de los más nuevos del mundo, donde por comer ponen multas.

Comemos en un restaurante de lo más curioso, donde los platos son retretes y la comida tiene forma de caca. Vamos a Elephant Mountain que le recuerda a Claudia a su valle de Leizarán y desde donde se ven grandes vistas de la ciudad destacando el edificio Taipéis 101, uno de los más altos del mundo. Le entregamos a Claudia un vídeo sorpresa de su familia. Y para acabar el día, vamos a uno de los mercados nocturnos de la ciudad, muy tradicionales en Taipei donde la gente compra ropa, se da masajes y come en la calle: el mercado de Huaxi, donde comemos cosas tan raras como serpiente o tofu maloliente.

Urdaneta, de Santurtzi

Conoceremos a Urdaneta en Toucheng, una ciudad al oeste de Taiwán, que está a una hora de Taipei. Él vivió en Taipei pero enseguida optó por esta zona rodeada de naturaleza y más tranquila. Le conocemos en la playa donde habitualmente practica surf y que le recuerda a La Salvaje de Sopelana. Estemos en su casa, que como es arquitecto reformó él mismo. Vive de alquiler allí por 250 euros. Desde esta casa lleva sus proyectos de arquitectura y justo al lado tiene otra que alquila por habitaciones. También nos lleva a una cascada preciosa. Para llegar hasta allí tendremos que atravesar un río y es que Taiwán es una isla con muchos parques naturales.

Más tarde nos iremos con él a Linkou, en New Taipei donde nos presenta a Lain, un navarro también arquitecto con el que ha ganado varios premios importantes por construir un centro cultural allí. Juntos nos lo enseñarán y también el templo que está justo al lado y que tuvieron que tomar como referencia para hacer el centro cultural. Volveremos con ellos a Taipei para que nos enseñen el edificio 101 uno de los más altos del mundo y a prueba de terremotos.

Lain, de Aoiz

Conoceremos a Lain en Linkou, al noroeste de la isla frente al centro cultural con el que han ganado varios premios Urdaneta y él, ambos arquitectos. Lain llegó a Taiwán para hacer un Máster en Feng Shui, pero un fuerte tifón hizo que se cancelara y al final se quedó trabajando en varios proyectos como arquitecto. Ya lleva allí 9 años. Con él y Urdaneta también visitamos el templo que acompaña a su centro cultural. Además, vivimos en primera persona una procesión taiwanesa, una peregrinación de los santos a la que acuden cientos de taiwaneses, llena de música y color. Después nos vamos a Taipéi a visitar el edificio Taipéi 101, uno de los más altos del mundo y a prueba de terremotos.

Ian, de Zaldibar

Conocemos a Ian en su casa de Tainán donde vive con su mujer taiwanesa y su hija de un año, Nahia. 240 metros cuadrados de casa con unas preciosas vistas. Allí nos enseña su objeto más preciado: una camiseta del Athletic formada por todos los jugadores de los 80.

Después ponemos rumbo a Kaohsiung, la segunda ciudad más importante de Taiwán. A las afueras de la ciudad visitamos las impresionantes pagodas del Dragón y el Tigre que están en un lago y donde hacer el ritual de entrar por la boca del dragón y salir por la del tigre da suerte.

En Kaohsiung paseamos por el puerto, uno de los quince más importantes del mundo y vemos el centro de exhibiciones donde en lugar de Puppy tienen una ballena. También cogemos el recién terminado tranvía de la ciudad y el único de Taiwán, hecho por la empresa de Beasain CAF, y que se parece al de Bilbao. Con él llegamos a la zona cultural de la ciudad, donde han convertido unos hangares abandonados en una zona con obras de arte en la calle de lo más curiosas. Nos acercamos a la estación de metro de Formosa, consideraba la segunda más bonita del mundo por su espectacular vidriera de colores. Y acabamos el día comiendo un helado tan famoso que ha traspasado fronteras: ¡un helado con forma de perro!

Germán, de Pamplona

Nos encontramos con Germán en Tainán, la ciudad donde vive. Tainán fue la primera capital de Taiwán, por eso es la ciudad con más monumentos históricos de primera categoría de todo el país. Le conocemos en el edificio más antiguo de la ciudad, el Templo de Confucio, donde los discípulos del maestro dieron clase. También paseamos por Fort Provintia, un puesto de mando de la colonización holandesa con unos jardines que le recuerdan al parque de Yamaguchi.

Visitamos el parque nacional de Taijiang donde paseamos en barco por los humedales de Sicao Wetlands, una zona ecológica protegida con ríos y manglares.

Muy cerca se encuentra su restaurante, el único restaurante vasco-navarro de la ciudad. Aquí trabaja junto a su mujer Yi Yin a la que conoció en Pamplona y que habla castellano. Ambos empezaron importando productos navarros y ahora tienen el restaurante. Entramos en su cocina y nos enseñará todos los recuerdos que tiene de Iruña: una bota de vino, cuadros de San Fermín o las fotos de su boda cuando se casaron en Iruña.