Reportaje
Cuatro vascos en Sofía, uno de los destinos más desconocidos de toda Europa
EiTB
La reportera Leyre Samanes conoce la capital de Bulgaria acompañada de los vascos Alba, Janire, Borja y Arkaitz.
'Vascos por el mundo' viaja hasta la península de los Balcanes para descubrir uno de los destinos más desconocidos de Europa.
La reportera Leyre Samanes y el cámara Raúl Pérez nos llevan hasta la capital de Bulgaria, Sofía. Tradición y modernidad conviven en uno de los destinos turísticos más baratos de Europa del este.
Recorriendo la ciudad se descubren las huellas de todas las civilizaciones que han pasado por aquí. Las ruinas romanas de Serdica, la influencia otomana tras cinco siglos de ocupación, los edificios y monumentos soviéticos… todos ellos conforman la esencia de este país que se incorporó a la Unión Europea en 2007.
Entre los puntos fuertes del país está la gastronomía… y como no podía ser de otra forma, vamos a disfrutarla al máximo.
Abrígense y prepárense para disfrutar de nuestro viaje a Bulgaria. ¡Ongi etorri a Sofía!
Alba Rodríguez es de Barakaldo, tiene 26 años, es animadora 3D y lleva casi tres años en Sofía. Esta joven vino a Bulgaria con una beca del Gobierno Vasco, y al terminarla se quedó a trabajar en una empresa de cine. Ahora, es Video Game Developer en Creative Assembly, perteneciente al grupo Sega. Reconoce que estar en Bulgaria le ha permitido tener más oportunidades laborales.
Con ella quedamos en el Palacio Nacional de Cultura, símbolo comunista, y paseamos por la Calle Vitosha, la arteria comercial de la ciudad. Nos descubre la típica agua de rosas. Por supuesto, con ella disfrutamos de una buena comida búlgara y terminamos el día en el Museo de las Ilusiones.
Janire Echebarria tiene 34 años, es de Galdakao, y llegó a Sofía en octubre para terminar el caso práctico de su doctorado en Arteterapia. Está completamente enamorada de la ciudad y es una guía de excepción.
Con ella visitamos la Catedral de Alexander Nevsky, símbolo de Sofía y la segunda catedral ortodoxa más grande del mundo. Nos acercamos al mercado de antigüedades de Santa Sofía, donde se pueden encontrar desde souvenirs hasta joyas, sin olvidar, por supuesto, reliquias de la Segunda Guerra Mundial y el Comunismo.
Seguimos adentrándonos en la gastronomía búlgara visitando un restaurante tradicional. Además, paseamos por los pulmones de Sofía, un parque donde es muy típico dar de comer a los animales. Terminamos el día disfrutando del atardecer desde su casa.
Borja Sancho tiene 30 años, es de Leioa y desde hace cuatro años y medio vive en Bulgaria. Trabaja como jefe de proyectos en una empresa de ingeniería de automoción. Desde hace dos años sale con una chica búlgara, Mihaela, con la que vive.
Conocemos a Borja en Botevgrad, un pueblo industrial a una hora de Sofía donde trabaja. De vuelta a la capital, paramos en el Monte Vitosha, la montaña más cercana a la ciudad, para disfrutar del paisaje con nieve.
Ya en Sofía, paseamos por la Avenida de la Tolerancia, una zona en la que hay en muy pocos metros, una Mezquita, una Sinagoga, una Iglesia Católica y una Iglesia Ortodoxa. Probamos las aguas termales y vamos al Mercado Central, el más importante de Sofía. Terminamos el día en una tienda típica de cervezas artesanas.
Arkaitz Redruello, bilbaíno de 27 años, está a punto de cumplir su primer año en Sofía. Aunque estudió filosofía, en realidad trabaja en una empresa de soporte al jugador de videojuegos.
Con él visitamos las ruinas romanas de Sofía, origen de la ciudad. Después de ver el cambio de guardia en el edificio de la Presidencia, vamos al Mercado de las Mujeres. Es el más antiguo de Sofía y veremos que hacer la compra en este país es mucho más barato que en Euskadi. De la época romana, pasamos a la época comunista adentrándonos en el 'Piso Rojo', una casa-museo que recrea una vivienda de los años últimos años de la época comunista en Bulgaria.
Nos despedimos de Arkaitz en su barrio, a las afueras de Sofía.